Las autoridades de Honduras anunciaron este martes que ocho niños han nacido en ese país con microcefalia, la mayoría de los casos asociados al zika y llamaron a la población a combatir el mosquito que transmite la enfermedad.
«Nuestro sistema de vigilancia ha reportado en este mes de julio ocho niños con microcefalia y de esos siete son esta semana», afirmó la ministra de Salud, Yolani Batres, en rueda de prensa.
Cinco de las mujeres que tuvieron niños con microcefalia habían sufrido cuadros de zika pero otras tres afirman no haber tenido ninguno de los síntomas de este virus, como fiebres, erupciones y conjuntivitis, entre otras, precisó la ministra.
Añadió que hay otras 493 embarazadas con alto riesgo de tener niños con microcefalia, así como con el síndrome de Guillain Barré, que ha provocado tres muertes en el año.
El virus de zika, que se propaga principalmente a través del mosquito Aedes aegypti, está asociado a malformaciones en fetos, como la microcefalia, y a trastornos neurológicos como el síndrome Guillain-Barré.
Siete de los niños con microcefalia nacieron en la ciudad Choluteca, y uno en Tegucigalpa. Batres destacó que Choluteca vive una «una emergencia» a causa del «brote», por lo cual el ministerio de Salud está destacando un equipo para reunirse con las fuerzas vivas de la ciudad y preparar planes destinados a combatir el vector.
La ministra explicó que las autoridades de salud ayudarán a las madres que tienen niños afectados por microcefalia con programas de rehabilitación para que empiecen el tratamiento cuanto antes.
En lo que va del año, 57.969 personas han sufrido alguna de las tres enfermedades que transmite el mosquito Aedes aegypti, 27.869 de zika, 16.860 de dengue y 13.240 de chicunguya.
«El zika es una enfermedad que se puede prevenir con el involucramiento de la población» en el esfuerzo por eliminar el mosquito, «que tiene que verse como una arma mortal, como una ruleta rusa», sentenció la ministra.
Las autoridades sanitarias emprenden una fuerte ofensiva en la capital y otras zonas del país, con el apoyo de unos 2.000 militares y la comunidades, para destruir los criaderos del mosquito en las viviendas, pese a lo cual las tres enfermedades siguen expandiéndose inconteniblemente.