La búsqueda del vuelo 370 de Malaysia Airlines se suspenderá tras más de dos años una vez se completen los trabajos en la zona actual de búsqueda en el océano Índico, según anunciaron el viernes los tres países que realizan la operación. La decisión podría poner fin a todas las esperanzas de resolver uno de los mayores misterios de la aviación.
Algunos familiares de los 239 pasajeros y tripulantes que viajaban en el avión expresaron su descontento con la decisión de la que ya es la búsqueda más cara en la historia de la aviación, con un coste de 180 millones de dólares australianos (135 millones de dólares de Estados Unidos). Otros seguían teniendo esperanzas.
«Ante la ausencia de nuevas pruebas, Malasia, Australia y China han decidido de forma colectiva suspender la búsqueda al completar la zona de búsqueda de 120.000 kilómetros cuadrados (46.300 millas cuadradas)», dijo el ministro malasio de Transportes, Liow Tiong Lai, tras una reunión con sus homólogos chino y australiano.
Quedan menos de 10.000 kilómetros cuadrados (3.900 millas cuadradas) por revisar. En un comunicado leído por Liow, los tres ministros admitieron que «la probabilidad de encontrar el avió se está desvaneciendo».
La operación podría reanudarse, señalaron, pero sólo si aparecen nuevas pruebas.
«Si aparece nueva información creíble que pueda utilizarse para identificar la ubicación concreta de la aeronave, se considerarán los próximos pasos», señalaron los ministros en su comunicado.
Mientras Liow y sus homólogos ofrecían la rueda de prensa, representantes de las familias de los pasajeros protestaron ante el edificio con carteles que pedían a las autoridades que sigan intentándolo. «Encuentren el avión, alivien nuestro dolor«, decía una de las pancartas.
«No queremos que la suspensión sea sólo una forma que dejar que todo el mundo se calme y se olvide poco a poco de ello», dijo Grace Subathirai Nathan, una malasia hija de una mujer que iba a bordo, Anne Daisy. «Queremos que hagan algo entre tanto para buscar nueva información».
El ministro australiano de Transportes, Darren Chester, indicó que los expertos seguirán analizando los datos e inspeccionando los fragmentos que se encuentren, pero «las búsquedas futuras deben tener un alto nivel de éxito para justificar avivar las esperanzas de los seres queridos».
El Boeing 777 desapareció hace más de dos años cuando volaba de Kuala Lumpur a Beijing. Se cree que dio la vuelta y cayó sobre el Índico al oeste de Australia, donde se concentraron las labores de búsqueda. Mucho de lo que le pasó al avión sigue siendo un misterio, aunque el gobierno malasio ha concluido que se apartó de su ruta de forma deliberada.
Liow dijo que la búsqueda, obstaculizada por el mal tiempo y daños en el equipo, terminará para diciembre.
Aunque los ministros se esforzaron en decir que no ponían fin permanente a la operación, resulta evidente que una reanudación es improbable, dadas las pocas pistas aparecidas desde la desaparición del avión. Se han encontrado piezas de la aeronave en el este de África, a miles de kilómetros, pero las autoridades han dicho que las piezas no proporcionaron más información que pudiera ayudar a localizar el grueso de los restos.
Algunos familiares se mostraron confiados en que la operación se retome algún día.
«Me siento animado. Me temía lo peor, ahora tenemos algo a lo que aferrarnos», dijo K.S. Narenderan, que perdió a su esposa, Chandrika Sharma, en el siniestro. «Lo entendí como un compromiso de seguir implicados en la búsqueda y hacerse responsables de buscar la verdad».
Por el contrario, algunos parientes de las víctimas chinas dijeron sentirse traicionados.
«Nunca estaré de acuerdo con la decisión de suspender la búsqueda«, dijo Zhang Qian, cuya esposa, Wang Houbin, viajaba en el MH 370. «Definitivamente nos reuniremos para protestar por ello, y he perdido confianza en el gobierno malasio».