Unas inesperadas explosiones generaron temor entre los habitantes de la ciudad de General Roca, en el sur de Argentina, hasta que se develó que el origen del fenómeno era un meteorito que se desintegró antes de tocar tierra.
El hecho ocurrió a media tarde del miércoles y por la potencia de los estruendos que provocaron temblor en varios edificios y los vidrios parecían a punto de romperse, algunos vecinos creyeron que se trataba de un terremoto.
«Tembló todo», resumió el alcalde de la ciudad, Martín Soria, pero nada hallaron en la zona bomberos, policías y personal de Defensa Civil que buscaban rastros que explicaran el fenómeno. General Roca está a 1.100 km al sudoeste de Buenos Aires.
Finalmente se supo: el causante de los estruendos había sido un meteorito que ingresó a la atmósfera a una velocidad de 2.400 kilómetros por hora, entre 8.000 y 10.000 metros de altura.
«Sorprendió porque cayó en la atmósfera sobre una zona habitada. Si cae sobre el desierto, el mar, la Antártida, ni nos enteramos», explicó el astrónomo Roberto Figueroa, responsable del Observatorio Astronómico de Neuquén (cerca de General Roca), quien develó el misterio a la prensa local.
El científico estimó que el objeto tenía unos 12 metros de diámetro y se dilató hasta romperse en tres fragmentos.
«Seguramente era un meteorito mineral, que entró a gran velocidad con un ángulo muy cerrado a la atmósfera de la tierra e inmediatamente que toma contacto con los gases, se calienta, la piedra se dilata, se parte, y cae como cenizas», explicó.
«Algunos pedazos más grandes pueden llegar a las capas inferiores de la atmósfera y también terminan quemándose pero como vienen a una tremenda velocidad, producen una onda expansiva y se puede escuchar un estruendo», dijo.