Un cantante de música tropical del estado mexicano de Oaxaca (sur) fue decapitado y su esposa e hijo asesinados a balazos por hombres armados que irrumpieron en su casa en el poblado de Juchitán este jueves, informó la policía local.
El ataque se registró a las «02h30 de la mañana (07h30 GMT), cuando un grupo de hombres armados ingresaron a un domicilio (…) y asesinaron a tres personas», incluso a un niño de 11 anos, informó un reporte de la policía de Juchitán.
El cuerpo de Víctor Sánchez, de 40 años de edad y quien era vocalista del grupo de musical tropical Sensación Caribú, conocido en distintas localidades de Oaxaca, «fue decapitado» por sus victimarios, añadió la policía.
La fiscalía de Oaxaca informó de su lado que investiga el triple asesinato y subraya que meses atrás el domicilio de Sánchez «fue baleado» y se le colocó «una cartulina con amenazas de muerte que anticipaba una disputa entre bandas delincuenciales rivales«.
En el lugar del ataque se localizaron casquillos percutidos de rifle AR-15 y de 9 milímetros. Un miembro de la familia sobrevivió al ataque e identificó a las víctimas, todas con heridas de arma de fuego.
Autoridades de Juchitán, con unos 90.000 habitantes y uno de los centros culturales indígenas más representativos de Oaxaca, han denunciado una creciente ola de violencia en 2016 que deja 58 personas asesinadas con armas de fuego, cinco de ellas en un sólo ataque en abril pasado.
Según las autoridades, la policía local, que cuenta con 300 elementos y no todos están armados, ha sido rebasada por esta violencia mientras que la policía estatal ha suspendido sus operativos luego de que en junio pasado se multiplicaron las protestas y bloqueos carreteros por parte de maestros opositores a una reforma educativa.
Distintos ataques han sacudido a Oaxaca en los últimos días, entre ellos el asesinato de ocho miembros de una misma familia, todos hombres, en Puerto Escondido, comunidad de la costa del Pacífico que recibe a numerosos visitantes durante el verano.
Las autoridades han señalado que esta masacre podría estar ligada a posibles «actividades ilícitas» por parte de las víctimas, todos pescadores de tiburón.
Hasta ahora, Oaxaca ha quedado al margen de los ajustes de cuentas y guerra de territorios entre carteles de las drogas y que golpean principalmente a estados del norte del país y de su vecino Guerrero (sur).