Ocho miembros de una misma familia fueron asesinados en un ataque armado la noche del lunes en Puerto Escondido, en el estado mexicano de Oaxaca (sureste), informó este martes la fiscalía estatal, que no descarta que la masacre esté ligada al crimen organizado.
«Un grupo armado entró a su domicilio y les disparó con armas de fuego de alto poder. En el lugar de los hechos murieron cuatro personas de sexo masculino», dijo a la AFP el fiscal de Oaxaca, Joaquín Carrillo Ruíz, al detallar que los otros cuatro fallecieron cuando recibían atención médica.
La última de las víctimas murió esta mañana, detalló la fiscalía, que ha desplegado un fuerte dispositivo de seguridad en la zona habitacional de Puerto Escondido, con unos 45.000 habitantes, localizado en la costa del Pacífico mexicano y que en verano recibe a numerosos turistas, nacionales y europeos principalmente, y surfistas por sus famosas olas.
Según la fiscalía, los agresores llegaron a bordo de una camioneta, irrumpieron en la vivienda de las víctimas, todos mayores de edad, y abrieron fuego en varias ocasiones.
Los ocho hombres se dedicaban a la pesca de tiburón, pero las autoridades investigan otras actividades que pudieran realizar pues se presume que en la zona se realiza trasiego de droga en alta mar.
Según medios locales, algunos tenían el llamado «tiro de gracia», común entre las víctimas del crimen organizado.
La semana pasada, la secretaría de Marina Armada informó que decomisó 900 kg de cocaína dentro de 33 bultos que flotaban en el Pacífico, a unos 300 km de la costa del estado de Chiapas, vecino de Oaxaca.
Días atrás en el estado de Tamaulipas (noreste), fronterizo con Estados Unidos, se produjeron tres ataques similares: en el primero murieron 11 personas de una misma familia, en el segundo tres y en el tercero cinco.