En un comunicado, la milicia radical identificó al agresor como «un miembro del (grupo) Estado Islámico» y afirmó que el suceso había respondido a sus llamadas a atacar a países miembros de la coalición contra el grupo EI.
El joven, que no fue identificado por las autoridades, llegó a Alemania hace dos años como un menor sin acompañante y el pasado marzo pidió asilo. Vivió en un alojamiento para refugiados adolescentes hasta hace dos semanas, cuando fue reubicado con una familia de acogida en la zona de Wurzburgo. Los investigadores están entrevistando a la familia, testigos y amigos del atacante.
El agresor hirió a al menos cuatro personas dentro del tren cerca de Wurzburgo-Heidingsfeld el lunes en la noche, y también a una mujer que estaba fuera del convoy durante su huida.
Según testigos, el interior del vagón estaba cubierto de sangre y parecía «como un matadero», reportó la agencia de noticias alemana dpa. En el momento del incidente, en el tren viajaban unas 30 personas; más de una docena fueron atendidas por shock.
El martes por la mañana pudo verse a funcionarios retirando el cadáver del joven del lugar de los hechos.
Dos de las víctimas, miembros de una familia de turistas chinos, están en estado crítico, indicó Herrmann.
Las autoridades alemanas no identificaron a las víctimas, pero el departamento de inmigración de Hong Kong dijo el martes que entre los heridos en el asalto había cuatro miembros de una familia de cinco personas procedente del enclave en el sur de China y que estaba trabajando para proporcionarles asistencia, pero no dio más información sobre el alcance de sus lesiones.
Alemania registró el año pasado a más de un millón de solicitantes de asilo que llegaron al país. De ellos, 150.000 era ciudadanos afganos.