Tal como temían los expertos, murió la ballena que había encallado el viernes frente a un balneario de la costa atlántica argentina y que fue liberada el sábado por rescatistas.
«La ballena se había desviado a la costa para morir, no era salvable. La ubicamos muerta por ecolocalización», dijo este lunes a la prensa Sergio Heredia, biólogo de Fundación Mundo Marino.
La ballena del tipo «jorobada» medía unos 15 metros y pesaba 10 toneladas, según biólogos de la fundación Mundo Marino, un parque turístico y especializado de esta zona ubicada a 320 km al sur de Buenos Aires.
El animal había quedado encallado la tarde del viernes frente a la playa de Mar del Tuyú, y luego equipos de Prefectura (policía de navegación), Defensa Civil, guardavidas, bomberos y de Mundo Marino la rescataron.
En esas tareas para rescatarla, la ballena mostró signos de agotamiento que hacían peligrosos los intentos de arrastrarla pero una fuerte marea finalmente hizo posible conducir al animal aguas adentro.
En esta época del año, esas ballenas salen de aguas antárticas después de alimentarse y suben a aguas cálidas, hasta la línea del Ecuador con el objetivo de aparearse.
Decenas de personas siguieron de cerca todas las maniobras de rescate, mientras un grupo de buzos desafió al frío y la fuerza de la corriente para ayudar al animal que finalmente murió.
Este pasado mayo una ballena jorobada de 15 metros de largo fue rescata por efectivos de la Marina chilena tras quedar en redes de pesca en la Patagonia chilena.
Se logró rescatar a una ballena del tipo Jorobada, que se encontraba inmovilizada tras quedar atrapada en restos de artes de pesca, en las cercanía de Punta Raquel de Isla Lennox, región de Magallanes, en el sur chileno, informó la Marina en un comunicado.