Estados Unidos se veía confrontado este domingo a un nuevo tiroteo mortal contra policías, esta vez en la ciudad de Baton Rouge (Luisiana), diez días después del asesinato de cinco oficiales de policía en Dallas (Texas).
Tres policías murieron y tres fueron heridos este domingo en un tiroteo registrado en circunstancias aún no establecidas en Baton Rouge, donde la muerte de un joven negro a principios de julio a manos de la policía provocó una ola de indignación y protestas.
Este drama se produce en un contexto de fuertes tensiones raciales en la capital de Luisiana, que ha sido el teatro de numerosas manifestaciones de protesta contra la violencia policial en las últimas semanas.
Esas manifestaciones, reprimidas sin miramientos, se registraron luego de la muerte a principios de julio de Alton Sterling, un vendedor ambulante negro abatido por un policía.
El presidente Barack Obama calificó el episodio de este domingo como un «acto de cobardes«.
«Por segunda vez en dos semanas, agentes de policía, que ponen sus vidas en peligro todos los días para proteger las nuestras, fueron asesinados de forma cobarde mientras hacían su trabajo», señaló el presidente en un comunicado difundido por la Casa Blanca.
«Estos ataques contra funcionarios, contra el Estado de derecho y una sociedad civilizada, deben cesar», precisó.
El alcalde de Baton Rouge, Kip Holden, hizo un llamado a la calma temiendo un nuevo aumento de las tensiones en la ciudad, a través de la cadena de televisión local WAFB9.
«No dejemos que nadie separe a esta comunidad con actos absurdos de violencia», reclamó el alcalde.
La oficina del sherif confirmó en un comunicado la muerte de tres policías e indicó que otros tres resultaron con heridas de bala.
Uno de los atacantes murió y otros dos «estarían en fuga», añadió la nota.
Las circunstancias exactas del tiroteo aún se desconocen, pero al parecer las fuerzas del orden habrían intervenido luego de registrarse un primer intercambio de disparos.
«Parece que ellos (los agentes) respondieron a un tiroteo«, dijo Casey Rayborn Hicks, portavoz del sherif, a la cadena local WAFB9.
Varios agentes -de la policía de Baton Rouge y dependientes de la oficina del sherif- resultaron heridos y fueron trasladados a hospitales locales, precisó el comunicado.
Un video difundido por la cadena de televisión muestra a los policías llegando al lugar del tiroteo, al tiempo que se escuchan disparos de armas de fuego.
Al principio se escucha una sucesión de tiros espaciados y luego un breve pero nutrido tiroteo.
Asesinar policías
Un video aficionado que muestra los últimos momentos de vida de Sterling a manos de la policía a principios de julio, ampliamente difundido en internet, provocó una ola de indignación que se multiplicó al día siguiente al conocerse que otro negro, Philando Castile, había sido abatido por un policía, esta vez en Minnesota (norte).
Fue durante la realización de varias manifestaciones en el país para denunciar la violencia policial, que un hombre solo asesinó a cinco policías en Dallas el 7 de julio, poco antes de ser abatido por las fuerzas del orden.
Micah Johnson, un excombatiente negro estadounidense, afirmó que quería matar policías blancos en represalia por la muerte de dos negros esa misma semana bajo las balas de las fuerzas del orden.
La semana pasada, la policía de Baton Rouge informó que había arrestado a tres personas que estaban planeando ataques para asesinar policías.
Uno de los sospechosos detenidos, Antonio Thomas, de 17 años, dijo «durante su interrogatorio que él y otros tres sospechosos robaron armas e iban a aprovisionarse de municiones para disparar contra la policía», según indicó un comunicado de la policía difundido el martes.
La legislación sobre armas de fuego en Luisiana permite tener acceso fácilmente a las armas, incluyendo rifles de asalto semiautomáticos.