Al menos 22 personas y decenas de heridos dejó este martes el choque frontal de dos trenes en el sur de Italia, en una de las tragedias más graves ocurridas en la región de Apulia.
«Por ahora las víctimas son 22 y los heridos 45, de los cuales 3 o 4 están muy graves», indicó a SkyTG24 Giancarlo Conticchio, comandante de la policía ferroviaria de esa región del sur de Italia.
El balance subió dramáticamente durante la jornada pasando de 12 muertos a 22 y no se excluye que siga aumentando, ya que muchos de los heridos atrapados entre los hierros retorcidos están en grave condiciones.
El ministro de Transporte, Graziano Delrio, quien llegó al lugar del accidente, no quiso dar un balance de la tragedia.
«Ha sido un accidente de proporciones enormes. Un choque muy violento», aseguró.
Unos 200 socorristas, entre bomberos, policía y agentes de la protección civil trabajaron por horas bajo un calor asfixiante de cerca 40 grados para extraer los heridos de los hierros retorcidos del tren y anunciaron que seguirán trabajando toda la noche.
El accidente ocurrió hacia las 11H30 locales (09H30 GMT) entre Andria y Corato, en una zona rural, entre un campo de olivos, ubicado al norte de Bari.
No se conocen las razones del accidente, en una región donde numerosas personas se transportan en tren, y no se excluye un error humano o técnico.
El primer ministro Matteo Renzi prometió investigar las razones de la tragedia y viajará este mismo martes a la región.
«No vamos a detenernos hasta que no se conozcan las causas del accidente. Ahora es el momento de las lágrimas y de recuperar en primer lugar las víctimas y los heridos», agregó.
La colisión fue frontal entre dos trenes formados cada uno por cuatro coches, los cuales transitaban en dirección opuesta por la misma línea.
Una escena apocalíptica
La periodista italiana Lucia Oliveri, entre las primeras personas que llegaron al lugar del siniestro, contó al canal de noticias RaiNews24 que vio «una escena apocalíptica, me dieron ganas de vomitar», confesó.
La reportera precisó que en esa línea, gestionada por Ferrotramviaria, una compañía privada, suelen viajar numerosos estudiantes así como viajeros que se dirigen al aeropuerto de Bari.
Un niño fue extraído vivo de los restos e inmediatamente transportado en helicóptero al hospital de Andria.
Numerosas personas, en particular familiares de las víctimas, se encuentran en el lugar del accidente, de difícil acceso, ya que está en pleno campo, entre olivos.
Las autoridades locales crearon una unidad de crisis y van alojar a parientes y allegados en el Palacio del Deporte de Andria. Por ahora han optado por no divulgar la lista de los fallecidos.
Entre los heridos figuran varios extranjeros, «entre 3 a 4», aseguró a la AFP Pasquale Casieri, comandante de la policía de Corato y coordinador de la unidad de crisis.
Entre los muertos figura el maquinista del tren. Varios sobrevivientes, entrevistados por la televisión pública, describieron escenas de horror, con pedazos de cuerpos y sangre por todo lados.
«Vi muertos, gente que pedía auxilio y otras que lloraban», contó un policía al diario La Repubblica.
«Escarbé descalza entre pedazos de hierro hasta que logré sacar a mi marido», contó una señora anciana aún traumatizada a un canal de televisión local.
El alcalde de Corato, Massimo Mazzilli, lamentó en Facebook el desastre y escribió que es «como si un avión se hubiese estrellado».
Las imágenes aéreas difundidas por las bomberos muestran claramente el choque con los convoyes delanteros totalmente destruidos y restos esparcidos alrededor.
De uno de los trenes quedó intacto sólo el último vagón y del otro dos vagones.
En los últimos años Italia no había registrado accidentes tan graves.
El último accidente de tren ocurrió el 24 de noviembre de 2012, cuando un tren regional en Calabria (sur) chocó contra un vehículo que transportaba a trabajadores rumanos matando a seis personas.
Hace dos años, el descarrilamiento de un tren de pasajeros tras un deslizamiento de tierra en la región de Merano (norte) causó nueve muertos y 28 heridos.