Cinco policías han muerto y otros seis han resultado «gravemente heridos» en un tiroteo registrado la noche de este jueves (hora local) en la ciudad de Dallas (Texas, EE.UU.) durante las manifestaciones para pedir justicia para los dos afroamericanos que esta semana fueron violentamente asesinados a manos de agentes de policía, informa en su cuenta oficial de twitter el Departamento de Policía de Dallas.
Un grupo de radicales que se hace llamar «Organización Política de Poder Negro» (BPPO, por las siglas en inglés) ha publicado en Facebook un anuncio alegando que habría más ataques en los próximos días.
Según la información disponible, se prevé que fueron al menos cuatro francotiradores quienes abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad. La Policía difundió a través de las redes sociales la fotografía de uno de los sospechosos, que posteriormente se ha entregado. Mientras que el segundo sospechoso ha sido reducido por las fuerzas de seguridad.
Los últimos reportes indican que, en total, detuvieron a tres sospechosos y el cuarto se disparó el mismo tras varias horas de enfrentamiento con la policía.
Según los últimos datos, la agencia federal de aviación (FAA) de Estados Unidos ha anunciado la restricción del espacio aéreo sobre la ciudad de Dallas. «Ningún piloto puede operar un avión en el área», ha dicho la FAA. «Solo aviones de operaciones de ayuda bajo la dirección del Departamento de Policía de Dallas están autorizados en el espacio aéreo», ha agregado la agencia.
En diferentes ciudades del país fueron convocadas manifestaciones para rechazar los últimos casos de violencia policial. La noche de este miércoles, Philando Castile, un afroamericano de 32 años, falleció en Falcon Heights (Minnesota) abatido por los disparos efectuados por un agente de policía que le había dado el alto porque su vehículo tenía un faro trasero roto.
Mientras que este jueves, Alton Sterling, un hombre de 37 años que vendía CDs en la localidad de Baton Rouge, Luisiana, murió a manos de dos agentes que le dispararon cuando ya había sido reducido. Ambos incidentes fueron grabados por los testigos. Estos dos últimos asesinatos han agravado la herida racial del país y la desconfianza de las minorías hacia las fuerzas policiales.
Activistas de derechos humanos han llamado a manifestaciones en todo EE.UU. Se están preparando concentraciones de protesta desde Washington D.C. a Oakland, California.