Tan solo una semana bastó para que grupos extremistas perpetraran cuatro atentados que dejaron cientos de muertos en el continente asiático y africano.
A continuación una breve reseña de estos ataques:
Estambul
Tal fue el caso del ataque en el aeropuerto de Ataturk en Estambul, Turquía, el cual dejó registró 44 fallecidos y alrededor de 94 personas heridas.
Tres terroristas irrumpieron en el aeropuerto la noche del martes 28 de junio, abriendo fuego y detonando explosivos. Llegaron armados con fusiles y chalecos suicidas.
Camerún
El segundo atentado suicida se registró en el norte de Camerún, en una localidad fronteriza con Nigeria, la noche del miércoles 29 de junio, dejando al menos diez personas muertas.
«Un suicida del grupo islamista armado nigeriano Boko Haram se hizo estallar por la noche en Djakana», declaró una fuente que pidió permanecer en el anonimato.
Dacca
La tarde del viernes 01 de julio, un grupo de atacantes llegó disparando a la policía en una zona diplomática de Dacca, capital de Bangladesh, para posteriormente tomar como 20 rehenes a unas personas que se encontraban en un restaurante de la zona.
El atentando dejó 28 fallecidos, entre ellos los seis atacantes y dos policías.
El director de la operación militar, el general Nayeem Ashfaq Chowdhury, aseguró que los 20 rehenes fueron ejecutados en su mayoría con armas afiladas.
Bagdad
Por último en Irak, un carro bomba estalló la noche del sábado 02 de julio, causando la muerte de 200 personas y dejando al menos 150 heridos en un distrito comercial de Bagdad.
Entre las víctimas hay niños y mujeres que realizaban sus compras de cara a la festividad musulmana del Aid al Fitr, con la que culmina el mes sagrado de Ramadán.
Los ataques de Bagdad y Bangladesh fueron reivindicados por el grupo terrorista Estado Islámico. Mientras que el Gobierno de Turquía les atribuyó el ataque de Estambul.