Los tres sospechosos de haber perpetrado esta semana los ataques con armas y bombas que dejaron 44 muertos en el principal aeropuerto de Estambul eran de Rusia, Uzbekistán y Kirguistán y pertenecían al Estado Islámico (EI), dijo ayer un funcionario del gobierno de Turquía.
Los tres hombres abrieron fuego para crear pánico en las afueras del aeropuerto, antes de que dos de ellos consiguieran entrar al interior del edificio de la terminal y se inmolaran con explosivos. El tercero detonó sus bombas en la entrada. Más de 239 personas resultaron heridas.
El ministro del Interior turco, Efkan Ala, dijo al Parlamento que la evidencia continuaba señalando al EI como responsable.
Ayer se informó que las fuerzas turcas mataron el sábado en la frontera siria a dos presuntos miembros del EI, uno de los cuales planeaba cometer un atentado suicida en Turquía.
Mientras, la policía turca detuvo ayer a 13 sospechosos, entre ellos tres extranjeros.
En tanto, la Unión Europea y Turquía abrieron ayer un nuevo capítulo en sus negociaciones de adhesión sobre las cuestiones presupuestarias, una de las contrapartidas del polémico pacto sobre migración firmado en marzo entre Ankara y la Unión, según fuentes europeas.
El capítulo 33 concierne a las cuestiones presupuestarias y financieras, y eleva a 16 (de un total de 35) el número de capítulos abiertos en estas negociaciones iniciadas en 2005. Las conversaciones, atascadas desde hace años, se relanzaron a finales de 2015.