Un grupo de científicos halló que algunas zonas de California se hundieron y otras salieron a la superficie alrededor de la falla de San Andrés, lo cual causaría un daño mayor en caso de que ocurra un terremoto, informa el portal de Smithsonian.
Los expertos ya esperaban que algunas partes del estado se movieran hacia la falla más grande de California, sin embargo un estudio reciente en la revista Nature Geoscience produjo las primeras imágenes que confirman el fenómeno.
El estudio halló que gran parte de la cuenca de Los Ángeles se está hundiendo, alrededor de dos o tres milímetros anualmente, y otras áreas del norte y el oeste, por el contrario, emergen tales como Santa Bárbara y San Bernardino.
Se espera que cuando un terremoto afecte el estado, gran parte del sur de California regresen a su lugar.
Una vez que un evento de esa magnitud ocurra, esa energía será liberada, dijo el geofísico de la Universidad de Hawai, quien lideró el reporte.
Algunas zonas alrededor de la falla de San Andrés no se han movido de manera significante en más de 150 años. Es muy difícil, sin embargo, predecir cuándo ocurrirá un terremoto en la zona.
La falla de San Andrés ha estado demasiado quieta desde 1857, cuando generó un terremoto de 7,9 grados en la escala de Richter. Por eso, el director del Centro Sísmico del Sur de California, Thomas Jordan, advirtió que la falla está cargada y lista para temblar, publicó Los Angeles Times.
De acuerdo con el análisis de las placas tectónicas, cada 100 años los sismos generan movimientos de unos 4,8 metros. En el caso de la falla de San Andrés, detallaron que ha acumulado tensión de manera ininterrumpida durante más de un siglo.