El director de la Policía Nacional de El Salvador, Howadrd Cotto aseguró esta mañana en la entrevista del programa Frente a Frente de Telecorporación Salvadoreña (TCS) que 280 pandilleros han muerto en enfrentamientos armados con policías y militares desde el uno de enero hasta el 17 de junio pasado.
Explicó que los intercambios de disparos entre esos grupos ilegales y las autoridades de Seguridad Pública se han incrementado con respecto al año pasado.
«Hasta el viernes pasado teníamos 273 intercambios de disparos a nivel nacional, producto de estos intercambios hemos 280 fallecidos (pandilleros) y 136 detenidos», dijo Cotto, quien agregó que 266 armas de fuego, en su mayoría son fusiles y escopetas, han sido decomisadas luego de los enfrentamientos.
El director de la Policía explicó que el armamento incautado a las pandillas, tras los tiroteos, forman parte de las 1,573 armas de fuego que han sido decomisadas por distintos motivos en lo que va del año. La mayor parte de ese armamento incautado son pistolas, revólveres y subametralladoras; entre otros.
Aseguró que en el 82 por ciento de los más de los 2 mil homicidios registrados este año se usaron armas de fuego, lo que según Cotto es preocupante.
A juicio de Cotto, las medidas extraordinarias que se mantienen en los siete penales donde se encuentran pandilleros recluidos les ha complicado a los cabecillas de esos grupos ilegales a que puedan seguir ordenando crímenes desde las cárceles.
Recientemente, el fiscal general Douglas Meléndez aseguró que han detectado que los pandilleros siguen haciendo llamadas telefónicas desde los penales de Izalco, Sonsonate; y de Ciudad Barrios, San Miguel; lo cual es motivo de investigación no solo a quienes hacen esas llamadas sino que también a funcionarios o custodios de esas penitenciarías que podrían estar colaborando.