El asesinato de albinos está en aumento en Malaui, lo que tiene preocupados a las autoridades y a grupos de derechos humanos como Amnistía Internacional.
Las personas con albinismo suelen ser abatidas y desmembradas debido a la creencia popular que los practicantes de la brujería pueden convertir sus cuerpos en brebajes capaces de conferir fortuna y salud.
Edna Cedrick, de 26 años, vio aterrorizada recientemente cuando asesinos le arrebataron a su hijo albino de 9 años para matarlo. La policía luego le pidió que viniera para identificar la cabeza decapitada del niño.
Ese asesinato ocurrido en febrero es parte de la creciente alza de secuestros y asesinatos de albinos en este país del sur de África.
Por lo menos 18 albinos han sido asesinados en Malaui desde noviembre del 2014, y cinco otros fueron secuestrados y están desaparecidos, dice un reporte de Amnistía Internacional difundido el martes. Se da por sentado que la cifra real es mucho más alta ya que muchas de las matanzas ocurren en recónditas zonas rurales y nunca son reportadas. También se han denunciado exhumaciones ilegales de cadáveres de gente albina.
La policía de Malaui dice que la violencia se recrudeció desde que la vecina Tanzania impuso fuertes medidas para combatir el tráfico de cuerpos de albinos en enero del 2015.
Cedrick, la madre del niño asesinado, relató el plagio del menor a The Associated Press el mes pasado mientras sujetaba al otro mellizo, que también es albino. Contó que en medio de la noche escuchó cuando un grupo de asaltantes derribó a golpes la puerta de su vivienda. Su esposo no estaba en ese momento.
«Antes de que yo pudiera entender lo que ocurría, arrancaron la malla antimosquitos y se llevaron a uno de los mellizos», dijo la joven con ojos llorosos. «Lo sujeté por la cintura, y al otro lo protegí con la espalda».
Al ver que no podían zafarse de ella, uno de los asaltantes le dio un machetazo en la frente. «Eso me desconcertó», relató la mujer, «solté al niño y desapareció. Grité pidiendo auxilio, pero para cuando llegaron mis familiares, ya se habían ido».
El otro mellizo se la pasa preguntando cuándo volverá su hermano. Ella le miente y le dice que pronto.
El mismo día en que realizó la entrevista, hubo otro ataque en otra región de Malaui en que fue asesinado Fletcher Masina, un albino padre de cuatro niños. Cuando hallaron su cuerpo, le habían cortado sus extremidades.
«Este macabro comercio está también suscitado por la creencia que los huesos de gente albina contienen oro», dijo Amnistía Internacional.
Agregó que otra creencia falsa es que tener relaciones sexuales con alguien que tiene albinismo cura el VIH. El reporte también denuncia casos de discriminación contra gente albina, incluso por parte de sus propios familiares.