Tras despedirse de su esposa e hijo, un cantante de reggaetón, que también laboraba como despachador de buses, fue ultimado ayer frente a su vivienda de la 10 calle, 12 avenida del barrio Cabañas de San Pedro Sula.
A eso de las 5:00 de la mañana, Javier Velásquez (29), conocido como J-Prince, salió de su casa para desplazarse a su trabajo en uno de los puntos de buses de la colonia Lomas del Carmen, donde se desempeñaba como despachador.
Al solo llegar al portón fue sorprendido por desconocidos que sin mediar palabra le dispararon en varias ocasiones, acabando con su existencia de inmediato.
Tras escuchar las detonaciones, sus parientes salieron a verificar qué ocurría, observándolo ya sin vida. Los dolientes expresaron que no lograron ver cuántos eran y en qué se transportaban los criminales.
Al momento del reconocimiento de ley, el ahora occiso quien era hermano de un camarógrafo de un canal de televisión, estaba boca arriba, pegado al muro de la vivienda, presentando varios impactos de bala. Se descartó el robo como móvil, ya que portaba todas sus pertenencias.
Velásquez se caracterizaba por ser un joven emprendedor que luchaba por conseguir sus sueños, pues desde que era un niño su meta fue ser cantante, al grado que a sus cinco años de edad comenzó su carrera artística.
En diciembre del año pasado, el muchacho lanzó su primer disco llamado Suave y también grabó el video de la melodía.
Tenía muchos sueños, entre estos viajar por diferentes países promocionando su música, porque ya había logrado grabar su primer disco y también lanzó un video. Lamentablemente le truncaron sus sueños al arrebatarle la vida, dijo Elizabeth Muñoz, esposa del ahora occiso.
Recalcó que J-Pince, estaba a punto a sacar su nuevo disco, pues ya estaba haciendo los preparativos, eso lo tenía contento, porque deseaba hacer lo que le gustaba; quería tener un concierto y tenía el apoyo de sus parientes, pero también deseaba sentir el afecto de otras personas.
Muñoz recordó a su compañero de hogar como un hombre responsable, un buen esposo, padre, hijo y hermano, dispuesto a ayudar a quien le solicitara su colaboración.
Por eso exigimos que se haga justicia, porque mucha gente inocente está muriendo a manos de delincuentes y esos crímenes quedan impunes; no queremos que eso ocurra con Javier, esperamos que las autoridades hagan lo suyo y no solo digan acabábamos de pasar por aquí y luego ocurrió el crimen, sostuvo.
Detalló que además de ser cantante, Velásquez también laboraba como chequeador de buses en uno de los puntos de Lomas del Carmen junto a su suegro, porque, aunque había grabado su primer disco, él buscaba la manera de ganarse la vida como despachador de buses, pues lamentablemente aquí los músicos no reciben apoyo.