Lo que se suponía iba a ser un concierto sorpresa de Kanye West en la ciudad de Nueva York se convirtió rápidamente en un caos con miles de fans intentando acceder al local del evento.
Más de 4.000 personas invadieron el Webster Hall, con capacidad para 1.500, en la madrugada del lunes para asistir al concierto sorpresa. Los seguidores del popular rapero se subieron al techo de autos, a contenedores de basura, a andamios o se colgaron de ventanas con la esperanza de obtener una mejor perspectiva.
Según el New York Daily News (http://nydn.us/1PyVOUE), West dejó caer en medios sociales que iba a ofrecer el concierto luego de la cancelación del Governor’s Ball el domingo por el mal tiempo. El músico estaba en el cartel de ese evento.
El concierto secreto iba a comenzar a las 02:00 de la madrugada, y según el perfil de West en Twitter las entradas se habían agotado ya una hora antes.
Poco antes de la hora prevista de inicio, Wester Hall tuiteó que no se celebraría. La policía actuó entonces para dispersar a la multitud.