Los obispos culpables de «negligencia» frente a casos «de abusos sexuales contra menores» podrán ser destituidos, según un nuevo decreto emitido este sábado por el papa Francisco e incorporado en el derecho canónico.
En esta Carta Apostólica, en forma de «motu proprio», titulada «Como una madre amorosa», el papa señaló que la Iglesia «ama a todos sus hijos, pero cuida y protege con especial afecto a los más débiles y sin defensa».
Por lo tanto, agregó el papa, los pastores, y sobre todo los obispos, deben «mostrar una diligencia especial en la protección de los más débiles, entre las personas que se le encomiendan».
El derecho canónico ya preveía la destitución del oficio eclesiástico por «causas graves», precisó el papa Francisco.
«Con la presente, quiero precisar que entre estas llamadas ‘causas graves’, se incluye [desde ahora] la negligencia de los obispos en el ejercicio de sus funciones, en particular en lo que se refiere a los casos de abusos sexuales contra menores y adultos vulnerables», escribió Jorge Bergoglio.
No se trata de un decreto que modifique un «proceso penal, porque no se trata de un ‘delito’ cometido», indicó en un comunicado el portavoz del Vaticano, el padre Federico Lombardi, sino de la «actualización» de una disposición del derecho canónico que ya existe.
En esta carta apostólica, el papa explicó también que para la remoción, en el caso de abuso de menores, «es suficiente que la falta de diligencia sea grave», mientras que en otros casos se requiere una falta de diligencia «muy grave», precisó Lombardi.
Ninguna relación con un caso particular
Por tratarse de decisiones importantes, Francisco anunció también la creación de un colegio de juristas, probablemente formado por cardenales y obispos, que asistirá al Santo Padre antes de tomar una «decisión definitiva».
Los obispos acusados podrán defenderse de las acusaciones de negligencia ante los dicasterios (ministerios) competentes.
Una vez tomada la decisión y si el obispo se niega a presentar su renuncia en un plazo de 15 días, el Sumo Pontífice podrá destituirlo a la fuerza.
Esta actualización del derecho canónico no tiene efecto retroactivo, precisó el vocero del Vaticano.
Entrevistado por la agencia católica de noticias I-Media, el padre Lombardi dijo que este «Motu proprio» del papa no está relacionado con ningún caso particular.
La Iglesia está sacudida actualmente por casos de pederastia en la diócesis francesa de Lyon (centro-este) que han salpicado al cardenal francés Philippe Barbarin.
El 20 de mayo, el papa le brindó su apoyo recibiéndolo en el Vaticano, pese a que pesan contra el cardenal dos investigaciones preliminares en Francia por precisamente «no denunciar» agresiones sexuales cometidas contra menores entre 1986 y 1991 por un cura de la diócesis de Lyon.
Otro caso muy sonado es el del influyente cardenal australiano George Pell, encargado de las finanzas del Vaticano, que descartó en marzo renunciar a su cargo pese al escándalo que salpica a varios curas pederastas en su ex diócesis.
El papa Francisco ha pedido en repetidas ocasiones castigar severamente a los culpables de abusos sexuales contra menores y ejercer tolerancia cero frente a esta «tragedia».
Ha dicho en varias ocasiones que los obispos que han protegido a pederastas deben renunciar. Creó en el Vaticano una instancia judicial para juzgarlos, una comisión internacional de expertos encargados de proponer medidas de prevención y se reunió con víctimas en Roma y Filipinas.
Pero en varios países del mundo, donde han estallado casos de curas pederastas en los últimos años, predomina el sentimiento de decepción entre las víctimas, que estiman que la Iglesia aún tiene mucho por hacer para apartar y castigar a los culpables.