El brote de gripe A (H1N1) causó 679 muertes en Brasil desde el inicio de año, una cifra muy por encima de los 36 óbitos registrados en todo 2015 y que aumenta la preocupación por las condiciones sanitarias del país a casi dos meses de los Juegos Olímpicos.
Según datos del ministerio de Salud, hasta el 23 de mayo se registraron 4.153 casos de gripe de todas las clases en el gigante sudamericano, aunque la mayoría, 3.518 contagios, se debieron al tipo H1N1.
En total, 737 enfermos fallecieron este año a causa de la gripe, de los cuales 679 perdieron la vida tras contagiarse de la modalidad H1N1.
Estas cifras registradas cuando aún no se ha completado la mitad del año contrastan con las de 2015, cuando en total fueron notificados 141 contagios por gripe A y 36 fallecimientos, el nivel más bajo en tres años.
En lo que va de 2016, la mayor incidencia del brote de gripe A se registró en el sudeste del país (1.842 casos) y, en especial, en el estado de Sao Paulo, el más poblado de Brasil, donde se notificaron 1.050 contagios y 310 muertes.
El estado de Rio, donde se celebrarán los primeros Juegos Olímpicos de Sudamérica entre el 5 y el 21 de agosto, ocupa la séptima posición en número de contagios (108) y la quinta en enfermos fallecidos, con 34 en lo que va de año.
El virus H1N1 suele resurgir entre mayo y junio, cuando las temperaturas caen. Pero el brote de este año, que ya llegó a casi todos los estados del país, comenzó antes del fin del verano austral, tomando a las autoridades por sorpresa.
La gripe A apareció en 2009 en Estados Unidos y México. En esa época, la Organización Mundial de la Salud (OMS) lanzó un alerta de pandemia.
El virus mató a 18.500 personas en 214 países hasta 2010.
Brasil es, además, el epicentro del brote del virus zika desde finales de 2015, enfermedad transmitida por un mosquito (aedes aegypti) y similar al dengue.
La dolencia puede causar trastornos neurológicos y microcefalia en fetos de madres infectadas, una malformación que consiste en un desarrollo insuficiente del cráneo.
Se estima que más de 1,5 millones de brasileños fueron contagiados por el virus, que se propagó por el resto de América Latina.
El Gobierno y los organizadores de los Juegos consideran, sin embargo, que los casos de zika caerán durante el evento, ya que en el invierno austral disminuye la incidencia del mosquito.
La OMS, de su lado, rechazó la semana pasada cambiar de fecha o de lugar los Juegos como pidieron 150 médicos del mundo.