Los tres hombres ejecutados ayer, a la orilla de la carretera que de Francisco Morazán comunica con Choluteca, fueron identificados como furgoneros originarios de Guatemala.
Los tres hombres ingresaron al predio forense en calidad de desconocidos, debido a que no portaban documentos personales que los identificaran, pues al parecer los criminales que les quitaron la vida también les llevaron toda su documentación para entorpecer las investigaciones policiales.
Fue hasta ayer que a la morgue llegaron varios de sus compatriotas, quienes identificaron a las víctimas mediante fotografías forenses.
Los occisos son Erick Rodolfo Paz Matus, Haroldo Leonel Chajón Boteo y su primo, Carlos Boteo, todos originarios y residentes de Ciudad Guatemala.
De acuerdo a conocidos de los difuntos, los furgoneros fueron vistos por última con vida hace unos ocho días, ya que desde la semana pasada los conductores guatemaltecos no volvieron a tener comunicación con sus familiares y amigos.
Aparentemente, los tres salieron de esa ciudad a vacacionar y por tal razón comenzaron a tomar bebidas alcohólicas desenfrenadamente, según sus compañeros.
Supuestamente, en la línea fronteriza de los dos países centroamericanos siguieron bebiendo con un cuarto paisano, con el cual decidieron viajar hasta el sur de Honduras.
Las escuetas informaciones indican que los cuatro paisanos, cuando regresaban a bordo de un furgón rojo y con rumbo a su país, fueron interceptados por varios individuos que finalmente les quitaron la vida a tiros a tres de ellos.
Los cuerpos posteriormente fueron encontrados a la orilla de la carretera Panamericana, específicamente en el kilómetro 67, en el municipio de La Venta, Francisco Morazán.
Un cuarto furgonero sobrevivió al ataque armado, supuestamente, porque se hizo el muerto y tras la huida de los malvivientes pidió ayuda en la carretera, siendo rescatado por una patrulla que cruzaba por casualidad por ese tramo carretero.
El hecho violento se registró el pasado 22 de mayo, cuando las víctimas se transportaban en un furgón con placas guatemaltecas.
El sobreviviente relató que los criminales se llevaron el vehículo pesado para apoderarse de una carga indebida, supuestamente estupefacientes o una considerable suma de dinero en dólares.
Ese día la Policía Nacional acordonó varios puntos, logrando interceptar el furgón kilómetros adelante de donde se perpetró la masacre. Allí fue detenido otro conductor mediante disparos a las llantas del pesado automotor.
Los uniformados continúan investigando y realizando una minuciosa inspección, para determinar si el móvil del crimen es la lucha entre bandas dedicadas al narcotráfico.
Por su parte, los encargados de la Embajada de Guatemala asignada a Honduras, hacían los trámites correspondientes para repatriar los tres cuerpos de sus connacionales.
El cuarto guatemalteco y sobreviviente del ataque seguirá como testigo protegido en el país, según las leyes hondureñas.