El cuerpo del chinandegano Larry Alber Hally de 23 años llegó la noche del martes a su tierra natal El Realejo–Chinandega, tras ser repatriado de Costa Rica, donde fue asesinado la madrugada del pasado sábado de tres impactos de bala en el tórax por un oficial del Servicio Nacional de Guardacostas de este país.
El nicaragüense tenía nueve meses de haber viajado al país vecino del sur en busca de trabajo, informaron sus familiares.
«Él era un muchacho trabajador, no un delincuente como lo dicen las autoridades y los medios de allá. En Nicaragua se dedicaba a la pesca, tenía su propia lancha, motor y trasmallo que le regaló su papá, pero él soñaba con construirle una casa a su mamá y decidió migrar a Costa Rica«, informó Ortenza Chavez, tía del joven del joven nicaragüense.
Exigen justicia
Fanny Hallyn, madre de la víctima, respondió a los señalamientos hecho por las autoridades costarricenses: «Mi hijo no era un delincuente, además como miembro de una institución militar debió actuar pegado a la ley y lo hubiera entregado a la Policía si en realidad mi muchacho lo asaltó como dice, pero tomó la justicia por sus manos, actuó como criminal y mató a mi hijo como que fuera un perro. Por lo tanto exijo a las autoridades de ese país que investiguen bien el caso y se haga justicia porque estamos cansados que nos vean a los nicaragüenses como delincuentes«, manifestó entre sollozos la adolorida madre.
Una publicación del Diario Extra de Costa Rica indica que los hechos se dieron al implicarse en un pleito con el marino que lo acusó que le robó. Tras la discusión el soldado tico le dijo «espérame» y fue a sacar una escopeta calibre 12 para impactarlo a la orilla de la casa donde vivía el nica y le disparó tres veces al pecho, al lado del corazón.
Este joven será sepultado este miércoles a las tres de la tarde en el camposanto municipal.