La policía francesa allanó las oficinas de Google en París como parte de una investigación sobre un «fraude fiscal agravado» y lavado de dinero, informaron el martes las autoridades. El operativo es el más reciente dolor de cabeza regulatorio para la empresa estadounidense, que como otras compañías tecnológicas de Silicon Valley se enfrenta a crecientes cuestionamientos sobre sus complejos mecanismos tributarios.
La oficina del procurador financiero de Francia informó que los allanamientos se realizaron con la ayuda de la unidad policiaca anticorrupción y 25 expertos en tecnologías de la información. El periódico Le Parisien, el primero en reportar la noticia, indicó que el operativo ocurrió al amanecer e involucró a cerca de 100 investigadores. Un periodista de The Associated Press en el lugar observó a oficiales en el sitio todavía el martes por la tarde.
«Estas búsquedas son el resultado de una investigación preliminar abierta el 16 de junio de 2015 relacionada a un fraude fiscal agravado y lavado de dinero organizado tras la denuncia de las autoridades fiscales francesas», afirmó la oficina del fiscal en una declaración. «La investigación está dirigida a descubrir si Google Ireland Ltd. está establecida de manera permanente en Francia y si, al no declarar parte de su actividad en suelo francés, no ha cumplido con sus obligaciones fiscales, en particular con respecto al impuesto de sociedades y el impuesto al valor agregado».
Google Inc. y otras empresas estadounidenses de tecnología suelen tener sus subsidiarias europeas en Irlanda y otras jurisdicciones con bajos impuestos como Luxemburgo, lo que les permite hacer negocios con clientes en todo el continente mientras reducen al mínimo sus obligaciones fiscales, una técnica conocida como transferencia de ganancias. Los reguladores europeos han presionado cada vez más a las compañías para pagar impuestos en las jurisdicciones donde hacen negocios.
Google está bajo presión en todas partes. Al inicio de este año acordó pagar alrededor de 130 millones de libras (140 millones de dólares) en impuestos atrasados al gobierno británico, un acuerdo que atrajo la atención de los investigadores europeos. Los rivales de Google han enfrentado presiones similares: en diciembre, Apple acordó pagar a Italia 318 millones de euros (casi 350 millones de dólares) en impuestos de varios años atrás.
Google se negó a entrar en detalles cuando fue contactado para hacer comentarios.
«Acatamos las leyes francesas y estamos cooperando plenamente con las autoridades para responder sus preguntas», señaló la empresa en un comunicado.