Harry Peñate, agregado regional para Centroamérica de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de fuego y Explosivos señaló que el 43% de armas decomisadas en El Salvador tienen relación con EE.UU.
Lo anterior es porque la fabricaron en ese país o porque las llevaron a Estados Unidos de Italia, China, y Bélgica; y luego fueron enviadas a la región.
Solamente el 13% de esas armas son ilegales y el resto son armas que ingresan legalmente al país, son importadores legales salvadoreños, son armas que se venden en el mercado regulado, dijo Peñate.
La mayoría de las armas incautadas y que han sido usadas en algún delito son revólveres 38 mm., pistola 9 mm. y escopetas.
También se ha establecido que otras de las armas que han sido usadas en algún crimen han sido traídas de forma ilegal de Guatemala y Honduras.
Explicó que los traficantes de armas se las ingenian para poder ingresar armas de forma ilegal. Éstas son introducidas y escondidas en piezas de vehículos, en encomiendas, en electrodomésticos, en cosas de mudanzas, cosas que se detectan en el registro del aeropuerto y las meten en vehículos que vienen como chatarra, explicó Peñate.
El oficial estadounidense sostuvo que la Policía cuenta con un sistema de rastreo de armas de fuego decomisadas en un hecho delictivo, el cual tiene capacidad para establecer el país de fabricación, el número de serie, el importador, y toda la información relacionada al arma.
Las autoridades policiales decomisaron 3,229 armas de fuego, entre largas y cortas, durante el transcurso del año pasado.
De esa totalidad, 1,118 les fueron incautadas a las pandillas, y con las que se supone usaron para cometer algún tipo de hecho criminal, entre éstos homicidios, según datos de la Policía.