Un hombre identificado como Rónald Esquivel Rojas, de 26 años, alias La Bestia de Alajuelita fue condenado a 70 años de cárcel por el homicidio de sus dos hijos recién nacidos (de 4 meses y 10 días).
El Tribunal Penal de Pavas señaló además como inocente a la madre de una de las victimas, quien había sido acusada por la fiscalía por presunta omisión.
El sospechoso en los años 2011 y 2014 mató, según el Ministerio Público, a los bebes José Ángel Esquivel y Videl Esquivel respectivamente, ocasionándoles fracturas y laceraciones en diferentes partes del cuerpo producto de golpes contra objetos.
El hombre salvaje conocido en todo el territorio costarricense es conocido como La Bestia de Alajuelita, quien enfrenta a la justicia por asesinar a sus dos hijos recién nacidos, agrediéndolos de forma brutal.
Hace días la prensa abordo otra vez el tema de este asesino, quien en la audiencia mostró frialdad y mostró un tatuaje en su brazo derecho en letras grandes el nombre de la banda satánica E Nomine, cuyas letras enaltecen al demonio.
En su etapa de conclusiones la fiscalía hizo alusión a tal hecho, alegando que existían comportamientos muy extraños y violentos en el imputado de 27 años, debido a sus gustos musicales y demás creencias.
El Ministerio Público solicitó al tribunal 70 años de prisión para Esquivel por la muerte de ambos bebes.
En audiencia en el Tribunal Penal de Pavas, Esquivel Rojas La Bestia de Alajuelita mantuvo la mirada fija al suelo, los brazos cruzados y una actitud fría, al mismo tiempo que su abogado intentaba encontrar las palabras correctas para describir el perfil de su representado.
Conforme ha avanzado el juicio, la fiscalía profundizó en una serie de testimonios que señalan a Esquivel Rojas La Bestia de Alajuelita como un hombre severamente agresivo. Incluso el expediente revela que en una oportunidad fue encontrado con los ojos en blanco intentando agredir a su hijastra. K (pareja del hombre) llegaba corriendo y se encontraba al imputado encima de su hija con los ojos en blanco y sosteniéndola con mucha fuerza, pero por más que K le decía que la soltara, este no lo hacía y se veía como si estuviera poseído por el diablo, se lee en el expediente judicial el testimonio de una amiga de la pareja del encartado.