Un grupo de pobladores de la aldea El Carmen Chitatul, Santa Cruz del Quiché, Guatemala, mantuvieron retenido y amarrado a un niño de 10 años, a quien acusaban de robar cinco gallos en una granja del referido municipio.
Marta García, propietaria del terreno donde fueron robados los animales, dijo que cuando se percató de que habían robado cinco de sus gallos más grandes, pidió a familiares que vigilaran el lugar para evitar que desconocidos ingresaran de nuevo.
«Grande fue nuestra sorpresa al darnos cuenta de que el ladrón de pollos resultó ser un niño. Inmediatamente fue capturado por los vecinos cuando intentó robarme más animales», indicó García.
La afectada por el robo añadió que junto al menor habían otras dos personas que lo acompañaban para robar más aves, pero cuando notaron que habían sido descubiertos corrieron y dejaron al niño solo, quien no pudo huir.
Los animales fueron robados el miércoles cuando el menor fue amarrado a un trozo de madera, mientras García lograba contactar a familiares del niño para que llegaran.
«Vino la mamá del niño y a ella le exigí que me pagara Q375 ( un poco más de 4 dólares) por los cinco gallos que perdí, porque cada uno no cuesta menos de Q75. La señora se comprometió a darme el dinero y por eso accedí devolverle a su criatura, dijo García.
Agentes de la Policía Nacional Civil (PNC) llegaron al lugar, pero el grupo de vecinos pidió que se solucionara el problema sin su intervención.
«Yo interrogué al niño y él confesó que su mamá lo mandó a robar los pollos y que ella logró venderlos hoy en el mercado de Santa Cruz del Quiché. El niño agregó que al ver que el negocio les había salido bien, lo volvieron a mandar», finalizó García.