La cancillería mexicana concedió este viernes la extradición a Estados Unidos del capo Joaquín «Chapo» Guzmán, líder del poderoso cartel de Sinaloa, requerido por tribunales de Texas y de California, informó la dependencia, aunque la defensa adelantó que presentará un amparo contra esta decisión.
Los abogados de Guzmán Loera fueron notificados de «los acuerdos por los cuales el gobierno de México concede su extradición internacional al gobierno de los Estados Unidos de América para ser procesado», indicó la cancillería en un comunicado.
La dependencia dijo que el gobierno estadounidense ofreció las garantías suficientes para impedir que Guzmán Loera pueda recibir la pena de muerte, ya que las leyes mexicanas no prevén la posibilidad de esa sentencia.
Washington cumplió con todos los requisitos previstos en el tratado de extradición para efectuar el envío del detenido, indicó la cancillería.
El capo, que hasta su captura era el narcotraficante más buscado del mundo y que se ha fugado dos veces de cárceles de máxima seguridad, es demandado por una corte de Texas por delitos de homicidios, narcotráfico, delincuencia organizada, posesión de armas y lavado de dinero, mientras que en California se le acusa de importar y distribuir cocaína.
Amparo contra extradición
José Refugio Rodríguez, abogado de Guzmán, dijo a Milenio Televisión que la defensa va a «promover el juicio de amparo contra la resolución de extradición«, para lo cual cuenta con un plazo de 30 días hábiles.
«Joaquín no puede ser puesto a disposición de la embajada de los Estados Unidos mientras no transcurra este plazo», acotó Rodríguez, que adelantó que recurrirá hasta la Suprema Corte de Justicia para impedir el traslado de su cliente a Estados Unidos.
El capo fue trasladado de forma sorpresiva hace dos semanas a una cárcel de Ciudad Juárez, en la frontera con Estados Unidos, desde el Altiplano, un penal de máxima seguridad, ubicado a 90 km de la capital mexicana, a donde regresó en enero pasado tras escaparse en julio de 2015 por un túnel de 1,5 km que iba desde su celda al exterior.
Guzmán fue trasladado a Ciudad Juárez en medio de un fuerte operativo de seguridad, unas horas después de que un juez federal emitiera un fallo favorable hacia la extradición por el pedido de la corte de California. Unos días después otro tribunal resolvió también de manera positiva la requisitoria formulada por Texas.
Sólo cuatro días después de la segunda resolución judicial, la cancillería concedió el pedido de extradición, pese a contar con 20 días hábiles para tomar una decisión.
Aunque inicialmente el gobierno se resistió a la extradición del capo a Estados Unidos, tras su recaptura en enero el presidente Enrique Peña Nieto señaló que quiere extraditarlo lo antes posible.
La fuga del capo en julio pasado representó una humillación para el gobierno mexicano, que después lanzó una aguerrida campaña para recapturarlo en las montañas de su natal Sinaloa y del vecino estado de Durango, en el norte del país, donde durante meses estuvo huyendo de efectivos del ejército.
El «Chapo» ya se había fugado en 2001 en un carrito de lavandería de Puente Grande, una cárcel de Jalisco (oeste), de donde salió para retomar el control del cártel de Sinaloa y convertirlo en los siguientes años, en medio de sangrientas disputas con otras organizaciones criminales, en el grupo narcotraficante más poderoso del mundo.