José Ángel Castillo Calles es señalado por la Fiscalía como el segundo cabecilla de la estructura de supuestos sicarios destinada a matar pandilleros.
Según la acusación de la Fiscalía, el 4 de octubre de 2015, él le informó a otros miembros del grupo que conocía a un amigo que quería vengar la muerte de su hermano, quien supuestamente fue asesinado por mareros.
El hombre, de acuerdo con el requerimiento del Ministerio Público, pagaría $500 por cada asesinato.
Esa noche, a eso de las 7:00 p.m., los sujetos se reunieron en una parcela propiedad de los hermanos Julio César, Diego Salvador y Leonardo Fabio Morales Urías, ubicada en el cantón Zapotitán, en Ciudad Arce, La Libertad.
En esta reunión también estuvo otro hombre identificado como Ángel de Zapotitán y Jenson Merche, quien según Fiscalía era el presunto encargado de llevar a los sicarios en un carro hasta el lugar de los crímenes; y otro sujeto, Sirio, el testigo clave de la Fiscalía.
Después de planificar los homicidios, presuntamente Leonardo Fabio llevó a los sujetos en el carro de Jenson cerca de un cañal conocido como Poza de Cañas y se regresó a una pepinera. Castillo Calles se había adelantado en una motocicleta.
Luego llegaron al lugar Diego Salvador, Jenson, Merche y José Rolando Blanco, además del hombre que pagaría por los asesinatos, junto con un joven de 18 años. Diego Salvador los presentó sin decir sus nombres.
El hombre los llevó hacia una zona donde se reunían pandilleros, pero no los encontraron, por lo que los guió a una champa, en el cantón Tinteral, siempre en Ciudad Arce, donde llegaron a eso de las 11:00 p.m. Ahí vivía Francisco Alejandro Argueta, quien habría vigilado al hermano del contratista para matarlo.
Botaron la puerta de una patada. Sacaron a Argueta, lo tiraron al suelo y le amarraron las manos con un lazo. Caminaron por una hora entre barrancas hasta que el hombre le dijo al grupo que el joven de 18 le pegara dos machetazos para matarlo. Lo hizo y le siguió «Sirio» y Merche, este le hizo una cortadura en el cuello. Lo amarraron, lo remataron y lo tiraron a un barranco donde lo enterraron.
El sujeto procedió a pagarles: $150 a Merche, $100 a Blanco y $100 a Diego, dice la Fiscalía.