El Departamento de Justicia de Estados Unidos emitió el miércoles una crítica devastadora sobre las prácticas policiales de una pequeña ciudad californiana en la frontera con México, en la que resalta la falta de controles básicos y supervisión de las investigaciones criminales, liderazgo inestable y otros problemas.
El reporte de 133 páginas fue dado a conocer menos de una semana después que el despedido jefe de la policía de Calexico presentase una demanda federal de informante en la que describe la desaparición de armas de fuego, dinero y otras evidencias, y acusaciones de que empleados municipales participaron en narcotráfico, fraude de horario extra y robo.
La revisión efectuada por una unidad especial del Departamento de Justicia se limitó a fallas sistemáticas extendidas y no lidió con acusaciones específicas de delitos o conducta inapropiada, pero su lenguaje inusualmente franco describe un departamento de policía que falla en muchos frentes. El reporte recomienda una reforma radical.
«Muestra un nivel muy significativo de deficiencias en las operaciones centrales del departamento», dijo Ronald Davis, director de la unidad, en una entrevista. «Las consecuencias de no implementar las 169 recomendaciones serían que se sostendría un departamento disfuncional».
El jefe policial interino, el administrador municipal interino y el alcalde de Calexico no respondieron a mensajes telefónicos en busca de comentario el miércoles.
Calexico, una ciudad de 40.000 habitantes ubicada 120 millas (190 kilómetros) al este de San Diego, está en un área que preocupa grandemente a agencias federales, incluyendo la DEA y Aduanas y Protección Fronteriza, que rutinariamente confiscan heroína, metanfetaminas y otras drogas en dos cruces fronterizos en la ciudad. El fácil acceso a carreteras hacia Los Ángeles y Phoenix le hace parte de una popular ruta de contrabando controlada por el cártel de Sinaloa.
El departamento de policía de Calexico ha sido suspendido de dos fuerzas especiales con agencias federales o estatales que están dirigidas a combatir el flujo de drogas: la Coalición de Droga del Imperial Valley y la Fuerza de Narcóticos del Imperial Valley. El reporte del Departamento de Justicia señala inestabilidad en el liderazgo como la razón.
El FBI allanó el cuartel de la policía de Calexico y confiscó documentos en octubre del 2014, menos de un mes después que Michael Bostic, un antiguo alto funcionario de la policía de Los Ángeles, fue nombrado como jefe y comenzó a realizar cambios. El FBI no ha reportado los resultados de su investigación.
Bostic, despedido en noviembre por las nuevas autoridades municipales, dijo en una demanda de informante presentada la semana pasada en San Diego que él le informó al FBI sobre uso de drogas, narcotráfico, robo de dinero y contrabando por parte de empleados municipales.
La demanda dice que una auditoría realizada por la oficina del alguacil del condado Imperial a pedido de Bostic reveló la desaparición de cantidades significativas de dinero, drogas, armas y propiedad personal que se piensa fueron robadas por policías de Calexico.
El Departamento de Justicia elogió a Bostic y dijo que la revisión no habría sido completada sin su ayuda. Hace notar que Bostic despidió o suspendió a seis policías y remplazó a la unidad investigadora.