Todo comenzó con una llamada de alerta donde informaban que un cortocircuito se había registrado en una tienda del sector de La Caimana en el populoso mercado Oriental. En cuestión de minutos se propagó un incendio que amenazaba a seis tramos del populoso centro de compras.
Nueve unidades de bomberos llegaron de inmediato a lugar entre ellas el Benemérito Cuerpo de Bomberos, la Dirección General de Bomberos y el Cuerpo de Bomberos Voluntarios. Ellos hacían un desesperado esfuerzo por sofocar el incendio que no daba tregua debido a los materiales que habían en el interior de los tramos.
Mientras las llamas se propagaban a los demás tramos los dueños de las tiendas se encontraban conmovidos y desesperados, al ver cómo sus negocios eran reducidos a escombros y cenizas. Trabajadores y vecinos de estos tramos trataban de sacar la mercancía posible, mientras que los amigos de lo ajeno quisieron aprovechar la catástrofe para realizar sus fechorías y robar todo lo que pudieran. Sin embargo, el inmediato actuar de agentes de policiales evitó que estos pudieran salirse con las suyas.
El poco acceso a los hidrantes de agua hizo que la labor de los bomberos fuera más difícil por lo que la Alcaldía de Managua envió cisternas de agua para combatir las llamas.
La Cruz Roja nicaragüense y la Policía Nacional salvaguardaban las vidas de las personas en el lugar que podían resultar afectadas, miembros del poder ciudadano evacuaron a 6 familias que habitaban cerca del lugar por la constante amenaza de propagación. Afortunadamente no se reportan pérdidas humanas ni personas afectadas por la fuerte emanación de humo.
En menos de dos horas el fuego se propagó a más de seis tiendas afectando hasta los segundos pisos de las estructuras. Por fortuna los apagafuegos lograron controlar el incendio y evitar que más tiendas fueran afectadas.
Autoridades investigaran qué fue exactamente lo que originó el siniestro que dejó considerables pérdidas materiales en los seis tramos que fueron reducidos a completo a cenizas.