La instalación de un laboratorio clandestino para la fabricación de cocaína era la pretensión de la célula del Clan Úsuga, que fue recientemente desarticulada por las unidades de la Dirección de Inteligencia Policial (DIP) y la Fiscalía Primera de Drogas en Panamá Oeste.
En la operación denominada Celaje, las autoridades panameñas dieron con la detención de los colombianos David Santiago Patiño, de 26 años, y Javier Esteban Vélez, de 30 años, quienes se encontraban en la residencia allanada en la comunidad Bejuco, del distrito Chame, les fueron formulados cargos por delitos relacionados con drogas, además de ordenarse la detención preventiva.
La casa allanada era utilizada como centro de almacenamiento, procesamiento y embalaje de drogas. Los 94 paquetes de cocaína estaban ocultos en el cielorraso.
Las informaciones de inteligencia indican que la célula criminal Clan Úsuga delinquía en la mencionada comunidad de Panamá Oeste desde hacía dos meses.
Entre las evidencias encontradas a los sospechosos, los investigadores lograron ubicar una lista de supuestas sociedades anónimas recientemente creadas en este país.
De acuerdo a las pesquisas, se detectó que el grupo recién desarticulado poseía una gran cantidad de sustancias químicas, entre esas, ácido sulfúrico, ácido muriático, alcohol industrial, thinner, potasa líquida-sólida y carbón activado.
Se detalló que varias de esas sustancias decomisadas son sometidas al control de los diversos productores, por lo que la única forma fácil de obtención es por medio del contrabando.
Se encontraron utensilios de laboratorio, como embudo de Gibson, probetas, matraz de Erlenmeyer y vasos para precipitados.
Estos elementos, confiscados en un depósito que se encontraba alquilado por el grupo criminal Clan Úsuga, son utilizados por los laboratorios clandestinos para la fabricación de cocaína.
Con la desarticulación del grupo criminal se logra sacar de las calles una célula importante establecida en Panamá para sus operaciones.
Las pesquisas indican que los cargamentos de drogas salían por órdenes del grupo criminal Clan Úsuga desde Colombia, en cierta forma utilizando el sinnúmero de trochas que atraviesan la provincia Darién. Los cargamentos eran embarcados en autos que evadían los puestos de control hasta llegar a la Ciudad Capital y, en este caso, a Panamá Oeste.
Luego de que los paquetes eran ocultados en las residencias utilizadas como área almacenaje o caletas, eran acomodados en doble fondos de autos, que los transportaban hacia Centroamérica.
Esta banda criminal forma parte del conflicto armado en Colombia y se considera la agrupación narco-paramilitar más grande, peligrosa y mejor estructurada del país.