El gobierno salvadoreño reiteró el martes su política de enfrentamiento a las maras o pandillas y dejó en manos de la justicia determinar si el ministro de Gobernación, Arístides Valencia cometió algún ilícito al reunirse con cabecillas de estos grupos criminales.
Supuestamente Valencia se habría reunido para pactar acuerdos para que lo apoyaran en las elecciones presidenciales de 2014. El secretario de Comunicaciones de la Presidencia, Eugenio Chicas dijo en conferencia de prensa que desde que el presidente Salvador Sánchez Cerén llegó al poder en junio de 2014, «asumió una firme posición de no establecer diálogos, negociaciones, pactos o cualquier acuerdo que represente ventaja, prebendas o cualquier otro tipo de facilidades que conduzcan a fortalecer la organización o acciones de estos grupos criminales».
El vocero del gobierno salvadoreño se refirió a un audio publicado por un periódico digital en el que se escucha al hoy ministro de Gobernación reunido con cabecillas de las pandillas Mara Salvatrucha MS 13 y Barrio 18, después de las primeras votaciones de las elecciones presidenciales, discutiendo temas logísticos y hasta de apoyo económico para sacar el documento único de identidad, necesario para ejercer el sufragio.
Chicas dejó en claro que esto habría ocurrido antes que Sánchez Cerén asumiera la presidencia, y cuando Valencia era diputado del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional, por lo que será él quien deba dar explicaciones.
Reiteró que el gobierno de Sánchez Cerén «ha sido muy claro en no establecer ningún dialogo, ningún trato, ninguna negociación con estos grupos criminales y nosotros podemos responder con claridad por los compromisos, por la política de este gobierno, lo que haga una persona en lo particular ya eso corresponde al ámbito de la justicia«. «No nos corresponde juzgar, para eso existen las instancias de la justicia en este país», agregó.