La ciudad canadiense de Fort McMurray fue salvada en su mayoría de un voraz incendio forestal, declaró la primera ministra de la provincia canadiense de Alberta, quien agregó que en unas dos semanas comenzará a implementarse un plan para que la mayoría de los 88.000 evacuados puedan regresar a sus viviendas.
Al menos dos barrios en la ciudad fueron devastados, con casas incineradas y arrasadas por un incendio que el jefe de bomberos de Fort McMurray llamó «una bestia… un incendio como nunca he visto en mi vida».
Sin embargo, el panorama general era más positivo y los funcionarios dijeron que de 85% a 90% de la ciudad permanecía intacto, incluso el centro.
La premier de Alberta, Rachel Notley, dijo que unas 2.400 casas y otros inmuebles fueron destruidos, pero los bomberos consiguieron salvar otros 2.500, incluso el hospital, edificios municipales y todas las escuelas.
«Esta ciudad estaba rodeada por un océano de fuego apenas hace unos pocos días, pero Fort McMurray y las comunidades circundantes han sido salvadas y serán reconstruidas», dijo Notley.
Añadió que el incendio sigue creciendo fuera de la ciudad y ahora cubre unos 2.020 kilómetros cuadrados.
Notley dijo que habrá una reunión el martes con la industria petrolera para discutir el estado de sus instalaciones en el área y el impacto en sus operaciones. El incendio ha paralizado hasta una tercera parte de la producción petrolera de Canadá y se espera que impacte una economía ya afectada por la caída de los precios del crudo.
«Apenas empezamos a entender los impactos económicos», dijo el primer ministro canadiense Justin Trudeau.
El grueso de los evacuados de la ciudad se trasladaron al sur tras la evacuación obligatoria, pero 25.000 se fueron al norte y estaban refugiados en campamentos normalmente reservados para trabajadores petroleros, hasta que también puedan ser evacuados al sur.
La mayoría se estaban quedando con familiares y amigos o regresaron a hogares en otras partes de Canadá, incluso muchos que tienen casas en la costa atlántica, donde hay menos empleos.
Lac La Biche, en Alberta, normalmente un pueblo tranquilo de unos 2.500 habitantes y 175 kilómetros al sur de Fort McMurray, estaba ayudando a más de 4.000 evacuados, al darles lugar para dormir, comida, ropa donada e incluso albergues para mascotas.