La Corte Suprema de Justicia dejó firme la condena a 19 años de prisión a un sacerdote católico colombiano por sus probados nexos con las bandas paramilitares.
Se trata del religioso Oscar Ortiz Henao, quien había sido condenado por el Tribunal Superior de la ciudad de Medellín, la segunda en importancia del país y a 250 kilómetros al noroeste de Bogotá.
En un fallo de 14 páginas al que tuvo acceso The Associated Press, la Corte Suprema rechazó la demanda de la defensa de Ortiz Henao que pretendía que su caso fuera revisado. De acuerdo con el alto tribunal, la valoración que la corte de Medellín hizo de las pruebas en el proceso contra el cura fue correcta.
El sacerdote, que siempre ha pregonado su inocencia, fue capturado en enero de 2013.
Según la Fiscalía de Colombia, seguimientos e interceptaciones telefónicas revelaron que Ortiz Henao había señalado a varias personas de ser guerrilleros que más tarde aparecieron asesinadas.
La Fiscalía dijo desde un principio que Ortiz Henao había creado en San Antonio de Prado, un poblado aledaño a Medellín, un grupo paramilitar que habría perpetrado homicidios y extorsiones y también habría propiciado el desplazamiento forzado de personas.
La sentencia condenatoria de agosto de 2013 indicó que el sacerdote, que ofició en San Antonio de Prado hasta 1999, «por ostentar liderazgo en la organización criminal como político o ideólogo» se encargó «de coordinar la llegada de las (paramilitares) Autodefensas Unidas de Colombia«.
Según la condena, muchos de los crímenes en San Antonio de Prado se cometían a nombre del religioso toda vez que los paramilitares les anunciaban a sus víctimas que recibirían un castigo «por desobedecer las órdenes del sacerdote«.