Los cadáveres de tres hombres y una mujer fueron localizados ayer en un predio baldío del cantón La Periquera, en Tecoluca, San Vicente, El Salvador.
Tres de los cadáveres, según las autoridades, estaban juntos y el otro fue encontrado semienterrado a pocos metros de distancia. Este estaba descompuesto y se presume que era un pandillero que fue ultimado hace varios días.
Los otros tres cuerpos eran los de Mario Ernesto Ramos, de 37 años, su compañera de vida Glenda Idelsina Hernández, de 38, y Francisco Garay Hernández, de 23, quien era hijo de ella.
Un jefe policial de La Paz informó que Ramos era cabecilla de la pandilla 18, del la Revolucionaria, quien tenía antecedentes por homicidio.
Además, se le estaba investigando porque era señalado de extorsionar a varios comerciantes del centro de Zacatecoluca, La Paz.
Hace tres meses, según la fuente, el hombre se acompañó con Glenda y se fue a vivir a la casa que ella compartía con su hijo Francisco.
Desde que este palabrero (Ramos) se juntó con la mujer reclutó al cipote y lo metió a la pandilla. Antes ellos (madre e hijo) no tenían antecedentes, dijo el delegado policial.
La investigación señala que Mario tenía otra relación con una mujer que era pareja de un pandillero que está preso porque en el 2015 habría participado en varios secuestros cometidos en Zacatecoluca.
La relación entre Ramos y la señora empezó hace pocos meses cuando el pandillero fue aprehendido, junto con otras personas, por policías de la División Élite contra el Crimen Organizado.
La madrugada de ayer, un grupo de hombres irrumpió en la casa de Glenda, situada en el barrio Analco, en Zacatecoluca, y se la llevaron a ella junto con su hijo y su compañero de vida.
Más tarde, la familia los buscó en la Policía, donde les informaron que en San Vicente había una escena de homicidio múltiple y les aconsejaron que fueran al lugar.
La principal hipótesis de las autoridades es que el pandillero recluido por secuestro habría mandado a quitarle la vida a Ramos y sus parientes por haberse involucrado con su pareja. Sin embargo, no descartaron que puedan haber otras causas.
Fuentes policiales confirmaron que Ramos tenía parentesco con un miembro de la Policía.
Se presume que la zona donde fue el triple homicidio es utilizada por las pandillas como cementerio clandestino.