Una ex laboratorista en Massachusetts estuvo drogada casi todos los días durante los casi ocho años que trabajó en un laboratorio de narcóticos en Amherst, de acuerdo con documentos judiciales.
De acuerdo con documentos dados a conocer el martes, investigadores descubrieron que Sonja Farak analizaba muestras y declaraba en la corte mientras estaba bajo la influencia de metanfetaminas, ketamina, cocaína, LSD y otras drogas entre el 2005 y el 2013.
Una portavoz de la secretaria de justicia Maura Healey dijo que la información compilada sobre Farak «sin dudas va a tener implicaciones para muchos casos».
Un abogado defensor le dijo al Boston Herald que Sonja Farak trabajó en unos 30.000 casos en su carrera.
«Es un escándalo estatal y pienso que va a cobrar un enorme saldo al sistema», dijo el abogado Luke Ryan.
Muchos de los detalles provinieron del propio testimonio de Farak ante un jurado investigador, incluyendo que ella una vez fumó crack antes de una inspección de acreditación en el 2012 por la policía estatal en el laboratorio, ahora cerrado.
Farak se declaró culpable de manipular evidencia, robarse cocaína del laboratorio y posesión ilegítima drogas en el 2014.
El abogado que representó a Farak durante su causa no respondió de inmediato a un mensaje de la AP el miércoles.
El caso de Sonja Farak es independiente del de Annie Dookhan, quien trabajó en un laboratorio estatal de drogas en Boston. Dookhan fue sentenciada en noviembre del 2013 a al menos tres años de prisión tras declararse culpable de falsear resultados en causas penales, con lo que puso en peligro miles de fallos judiciales.