Una mujer que forma parte de la prensa alineada al régimen de Bashar al Assad se sacó una foto sonriente junto a los cuerpos fallecidos de soldados ‘rebledes’ luego de un enfrentamiento con las tropas oficiales en la ciudad de Alepo.
La guerra en si misma es un hecho cruel y repudiable. Pero si al terror que genera la muerte se le agrega la perversión de posar sonriente para una foto cerca de cadáveres, se puede afirmar que esa acción denigra la condición humana. Eso fue lo que hizo una periodista siria, cercana al régimen de Bashar al Assad: se sacó una selfie rodeada de cuerpos sin vidas de supuestos rebeldes después de una operación militar y la subió las redes sociales, lo que generó un gran escándalo.
Kinana Allouch, quien se retrató con un gesto feliz en el rostro junto con algunos muertos que dejó un enfrentamiento en el ciudad de Alepo y después subió esa imagen a su cuenta de Facebook, lo que generó el repudio de la mayoría de las personas que comentaron su publicación.
El medio británico Daily Mirror informó que Allouch trabaja como enviada de la televisión Addounia, considerada próxima al régimen de Al Assad. Incluso en su perfil de la red social, la periodista aparece en una foto junto con el presidente.
Justamente la ciudad de Alepo está siendo asediada desde hace una semana de manera brutal por los bombardeos del régimen sobre los barrios dominados por los rebeldes. Ayer, se produjo un nuevo ataque contra estas posiciones que dejaron un saldo de 30 muertos. Esta acción se produjo un día antes de que entre en vigencia un acuerdo ruso-estadounidense para detener los combates en otros dos sectores de Siria.
Un bombardeo de la aviación del régimen alcanzó también una clínica en dicha zona que dejó varios heridos, según informó defensa civil.
Los ataques se produjeron un día después de que un ataque aéreo contra un hospital en el que colaboraba Médicos Sin Fronteras y que provocó decenas de muertes, entre ellas las del único médico pediatra que había en la ciudad. Este acto fue calificado como imperdonable por el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon.
La clínica Al Marja golpeada el viernes quedó totalmente destruida, lamentó Médicos del Mundo, ONG colaboradora en ese centro.
Por miedo a nuevos bombardeos, la oración ayer fue suspendida por primera vez en los barrios rebeldes. Esta decisión fue tomada al día siguiente de la peor jornada desde la ruptura del alto el fuego en Alepo hace una semana, con 54 civiles muertos.