Las maras no solo matan sino que impregnan y mandan mensajes de terror y pánico con sus víctimas por la forma en que los ejecutan y los abandonan, asegura la Policía Nacional Civil de El Salvador.
Del 1 de enero al 29 de abril, las autoridades han reconocido al menos 20 cadáveres que fueron dejados en bolsas, maletas o en sábanas en diferentes zonas sobre todo de San Salvador, La Libertad, Cuscatlán, La Paz, entre otros.
La mayoría de estos hechos se perpetran en horas de la madrugada, según los registros de las autoridades.
El último hecho se registró este viernes por la mañana en la calle que va hacia el Reparto Las Cañas, en Ilopango lugar en el que fue localizado el cuerpo de un hombre que no pudo ser identificado.
Fuentes policiales indicaron que los restos fueron encontrados cerca de las 6:15 de la mañana, luego que personas de la zona, alertaron de su hallazgo.
La víctima tenía entre 25 y 30 años, no portaba documentos. Las autoridades manifestaron que tenía un lazo en el cuello, por lo que se presume que fue ahorcado; sus manos estaban atadas y se las dejaron hacia atrás. El cuerpo estaba dentro de dos bolsas plásticas y una sábana.
El hombre vestía pantalón negro , camiseta gris y zapatos deportivos negros. Se presume que fue asesinado en otro punto y luego lo fueron a dejar a esa zona.
Según la Policía, en ese lugar es común que vayan a dejar cuerpos. Por el momento no hay pistas de los hechores, por lo que tampoco se reportan capturas.
Este es el típico reporte de las autoridades en estos hallazgos.
Lanzamientos son de noche o madrugada
Algunos han sido ultimados con arma blanca o degollados y les han asestado un balazo, por lo general en la cabeza; además los han dejado atados de pies y manos.
Las víctimas son hombres y mujeres relativamente jóvenes de entre 18 y 35 años de edad. Aunque hay menores de 15, 16 y 17 años.
Los municipios donde han sido frecuentes estos hechos son San Salvador, Mejicanos, Cuscatancingo, San Marcos, Ilopango, Tonacatepeque, Ciudad Delgado, Apopa, San Martín, Santa Tecla, San Pedro Perulapán, Nahuizalco, Sonsonate, Coatepeque entre otros.
Casi siempre los cadáveres son abandonados en las orillas y canaletas de carreteras, entradas de pasajes de colonia, o en riberas de ríos.
Buscan sitios que les sean muy accesibles para lanzarlos desde vehículos en marcha para no ser detectados por lugareños u otro conductor que circule a esa hora.
En las escenas, las autoridades suelen afirmar que las personas no son ultimadas en el lugar del hallazgo, sino en otros lugares en el interior de una casa abandonada o en un predio baldío; luego los sujetos esperan la oscuridad y el silencio de la noche para introducirlos al baúl de un automóvil o en la cama de un pick up. En algunos casos, los sujetos se ven asechados por una patrulla policial y al no tener tiempo para completar la operación; optan por dejar el vehículo con todo y cadáver.
Usan vehículos robados
Según la Policía, los autos utilizados para trasladar los cuerpos inertes, por lo general son hurtados o robados para deshacerse de sus víctimas cuando han sido ejecutadas en otras zonas.
Gran parte de los casos, las personas asesinadas no son identificadas en el procedimiento de levantamiento, pues según la Policía, los despojan de sus documentos.
Las autoridades policiales no descartan que las víctimas antes de ser asesinadas hayan sido torturados, en la que los obligan a dar toda la información que sea útil para sus verdugos.
Según la Policía, estos hechos no son cometidos por una sola persona, intervienen de tres a más de cinco sujetos. Últimamente estos casos han disminuido bastante, este es un modo de operar de las pandillas, afirmó el director de la Policía, Howard Cotto.
Agregó que son hechos que se cometen contra miembros de grupos contrarios. La modalidad de usar maletas, sábanas, bolsas plásticas, desmembramientos casi en la totalidad, salvo algunas excepciones, son acciones que miembros de pandillas realizan contra sujetos de mara contraria, enfatizó el director policial.
Cotto afirmó que esta modalidad es utilizada por las pandillas como un elemento simbólico o mensaje que mandan a otros integrantes de otra estructura.
Aclaró que la modalidad aplica de igual forma para mujeres y hombres.
Investigaciones de la Fiscalía han concluido que estos hechos ocurren por rivalidades, ajustes de cuenta, o por compromisos incumplidos cuando el ejecutado pertenece al mismo grupo ilegal.
Cuando es contrario, estos hechos son para mandarle un mensaje de terror o la amenaza de lo que les pasaría.
Estos compromisos tienen que ver con: no reportar todo el dinero de la extorsión que cobró a una víctima y luego fue descubierto.
También sucede cuando los pandilleros vendieron droga, pero no entregaron todo el dinero realizado.
En las mujeres es muy frecuente, que todo se deba a infidelidad de pareja, por lo general contra un sujeto que guarda prisión a quien ha dejado de ir a ver en los últimos meses. En algunos casos, estas mujeres han cambiado de pareja y de ahí el enojo de la anterior.
El psiquiatra José María Sifontes dijo desconocer si en el país los cadáveres que aparecen en bolsas plásticas como suele suceder en México, tienen un simbolismo.