La calma ha vuelto al centro de detención de migrantes en Moria, en la isla de Lesbos, después de que grupos de refugiados menores de edad que exigían salir del campamento hayan protagonizado una revuelta.
Los enfrentamientos comenzaron en la sección del centro donde residen los menores no acompañados, según informó la policía local, al abrir un agujero en la valla que les separa del resto de detenidos y exigir su liberación.
La policía no confirmó si se realizaron detenciones o se produjeron heridos, pero testigos oculares en las redes sociales aseguraron que vieron entrar al menos dos ambulancias en el recinto de Moria.
Algunos de los menores encendieron fuegos en varios contenedores y pilas de basura, que desprendían un abundante humo negro contribuyendo a la confusión, mientras la tensión aumentaba con la llegada de la policía, que según los medios locales usó gases lacrimógenos.
Los medios griegos, citando a fuentes de la policía, aseguran que los efectivos antidisturbios se mantuvieron fuera del perímetro del campo de Moria Moria, que se convirtió en centro de detención tras la puesta en marcha del acuerdo de migración entre la Unión Europea y Turquía, acoge a unas 3.000 personas.
Ministro visita Moria:
El ministro de Migración griego, Yanis Muzalas, visitó este mismo martes Moria, donde fue abucheado por los refugiados, que también le lanzaron botellas de agua.
La policía local aseguró que la visita del ministro no fue la causa de estas tensiones, que se acumulan desde hace tiempo. Además, se reanudaron las deportaciones: trece personas salieron de Lesbos y cinco de la isla de Quíos.
Estas 18 personas fueron deportadas, aunque en un principio se retrasó la salida del barco debido a las condiciones climáticas. Se trata de las primeras deportaciones después de que hace dos semanas fueran devueltas a Turquía un total de 325 personas en dos tandas.