Un hombre de Cincinnati está acusado de homicidio después de hablar tranquilamente al número de emergencias 911 para confesar que había matado a su esposa. Durante la llamada aclaró que no representaba una amenaza y que estaría sentado en la escalera de su vivienda esperando a la policía.
Le dijo a la operadora: «Acabo de matar a tiros a mi esposa«.
La policía dijo que el hombre de 57 años se entregó a los agentes que llegaron a su casa el lunes en la mañana.
Cuando habló al número de emergencias 911, el hombre dijo que baleó varias veces a su esposa con una pistola. Al preguntarle el motivo, dijo que ella sacó todo el dinero de la cuenta bancaria de ambos el sábado, el día del cumpleaños de él, que se negaba a hablar y en su lugar lo remitía a su abogado.
Le dijo a la operadora que el tiroteo «simplemente sucedió».
Un juez en el condado Hamilton le fijó el martes una fianza de 3 millones de dólares.