Grupos armados abrieron fuego la noche del domingo contra sitios donde están concentrados policías federales en puntos turísticos del puerto mexicano de Acapulco (sur), con un saldo de un pistolero muerto, un uniformado herido y una ola de pánico entre lugareños y viajeros, informaron el lunes las autoridades.
Las balaceras dejaron un sombrío panorama en la Costera Miguel Alemán, la principal avenida turística del puerto, tras el cierre de negocios y centros comerciales. También provocó la suspensión de clases en primarias, preparatorias y universidades, algunas de las cuales pidieron a sus alumnos no salir de sus casas este lunes.
El primer ataque se registró cerca de la medianoche del domingo frente al Hotel Alba Suites, ocupado por elementos de la Policía Federal, al que «se aproximaron varios sujetos con armas de fuego» que, «sin mediar palabra», balearon a los agentes que repelieron el ataque «hasta obligarlos a huir», informó en un comunicado la Policía Federal.
En ese choque murió uno de los presuntos delincuentes, mientras que un policía recibió una bala en una pierna y su estado se reporta como «fuera de peligro», prosiguió la corporación.
Casi a la misma hora, otro grupo de agresores disparó contra un edificio en el que opera la base de la Policía Federal en el puerto, sin que se registraran personas lesionadas, precisó.
Al contestar a ese ataque, los pistoleros huyeron dejando abandonada una camioneta en la que se encontró «documentación diversa, de interés en la indagatoria contra los grupos criminales que operan» en Acapulco, apuntó la Policía Federal sin dar más detalles.
Universidades y escuelas avisaron a sus alumnos sobre la suspensión de clases en sus páginas electrónicas.
«Debido a las condiciones de violencia que vive nuestro puerto de Acapulco se suspenden clases y prácticas (…) Tomen medidas de precaución y eviten salir si no es necesario», advirtió la Unidad Académica de Enfermería de Acapulco.
En tanto, escuetos anuncios sobre la suspensión de clases fueron colocados en las entradas de primarias, constató la AFP.
Acapulco se ha convertido en unas de las ciudades más violentas de México, adonde operan varios carteles de la droga.
La ciudad se encuentra en Guerrero, uno de los estados más pobres que ha sido escenario en los últimos meses de una escalada de violencia en sus zonas montañosas, donde se cultiva la amapola y operan cárteles que disputan el acopio de la goma de opio con la que se elabora la heroína.