El primer ministro de Nepal participó este lunes en una ceremonia budista con motivo del inicio de la reconstrucción de cinco antiguos monumentos destruidos durante el potente terremoto que hace justo un año sacudió el país, matando a miles de personas.
La ceremonia tuvo lugar en el complejo del templo Swayambhunath, aunque los principales homenajes a las víctimas se celebraron el domingo, cuando se cumplió el primer aniversario según el calendario nepalí.
Uno de los templos budistas situados en este espectacular complejo, incluido en el patrimonio mundial de la Unesco, quedó totalmente destruido por el sismo de magnitud 7,8, al igual que medio millón de viviendas.
Un año después, cuatro millones de personas siguen viviendo en alojamientos provisionales, según la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja. El domingo hubo manifestaciones reclamando mayores esfuerzos para acelerar la reconstrucción
Los trabajos de reconstrucción del templo de Swayambhunath y de otros cuatro monumentos históricos comenzaron este lunes: «Son tesoros que nos dejaron nuestro ancestros… es nuestra responsabilidad entregarlos a la próxima generación», dijo Bhesh Narayan Dahal, director general del departamento de Arqueología.
«También empezaremos con la reconstrucción de otros monumentos, el trabajo ha sido lento, pero iremos ganando velocidad», dijo Dahal a la AFP. Unos 700 edificios históricos requieren reparaciones o su reconstrucción completa.
Y aunque los trabajos hayan comenzado en un puñado de templos, las autoridades admiten que llevará años recuperar la riqueza patrimonial de Nepal.
‘Me siento con el corazón roto’
Decenas de excursionistas extranjeros viajaron el lunes a Langtang para un servicio memorial con el que homenajear a las víctimas.
Los monjes budistas dirigieron la ceremonia a la que asistieron un centenar de personas, incluidos habitantes de la localidad que han regresado a Langtang para tratar de reconstruir sus vidas.
«Alguien decía ‘perdí a mi madre’, otro, ‘perdí a mi hija o a mi hijo’ o esposas, padres… algunos hablaban, otros no podían hablar porque estaban llorando», dijo el dueño de la cada de huéspedes Palsang Tamang, quien también asistió a la ceremonia.
«Me siento con el corazón roto, perdí a mi hija y a otros muchos miembros de mi familia. Rezamos por ellos. Espero que encuentren la paz y estén en el cielo», dijo a la AFP.
En el Everest, equipos de montañistas que sufrieron la avalancha que siguió al sismo y que mató a 18 escaladores, guardaron un minuto de silencio a las 11:56 – la hora a la que se produjo el terremoto, en memoria de sus colegas fallecidos.
El desastre también dañó unas 8.000 escuelas y 1.200 instalaciones médicas. La lentitud a la hora de reconstruir aulas y centros de salud en las zonas rurales, imprescindibles para las comunidades que viven en regiones remotas, está provocando un aluvión de críticas al gobierno nepalí.