La cifra de empleados fallecidos por la explosión en una planta petroquímica del sureste de México aumentó a 24 personas, según anunció el jueves por la noche la empresa estatal Petróleos Mexicanos (Pemex).
Pemex informó en su cuenta de Twitter que aún permanecen hospitalizados 19 empleados, 13 de ellos de gravedad.
La cifra anterior de fallecidos era de 13. La explosión la tarde del miércoles en Coatzacoalcos, a unos 600 kilómetros al sureste de la ciudad de México, forzó la evacuación de cientos de personas debido a una columna de humo tóxico que se extendió por la zona.
Horas después, las autoridades aseguraron que se había dispersado y ya no había riesgo para la población.
La planta es operada por la empresa Petroquímica Mexicana de Vinilo en asociación con Pemex. Produce cloruro de vinilo, un producto químico peligroso que se utiliza para fabricar tuberías de PVC y otros fines.
El director general de Pemex, José Antonio González Anaya, dijo de su lado a la cadena Televisa que la poderosa explosión, que desató una enorme columna de humo tóxico, fue desencadenada por una fuga.
La planta utiliza insumos como cloro y etanol, que son altamente inflamables, pero no sabemos las causas de la fuga, dijo el funcionario al detallar que el personal de Mexichem ha sido interrogado sobre las circunstancias del accidente.
En los últimos años se han registrado distintos percances en instalaciones de Pemex ya sea por accidentes dentro de las plantas o por explosiones en ductos de gasolina que son perforados por grupos criminales que trafican este combustible.
Uno de los percances más aparatosos se registró en enero de 2013 cuando 37 personas murieron por un inédito estallido en la sede de Pemex en Ciudad de México.
En septiembre de 2012, una explosión de gas en una planta en la ciudad de Reynosa (Tamaulipas, noreste) dejó un saldo de 30 trabajadores muertos.
Pemex, que aporta poco menos de 20% a los ingresos del país, afronta la caída de los precios internacionales de petróleo, el robo de combustible por parte del crimen organizado y una drástica baja de su producción, de 3,4 millones de barriles diarios en 2004 contra 2,2 millones en 2015.