Una niña de cuatro años murió por un brote de gastroenteritis bacteriana que ya causó unos 400 casos y la suspensión de clases en una localidad de la periferia sur de Buenos Aires, donde se sospecha que el agua está contaminada, informaron este jueves autoridades sanitarias.
«Estamos estudiando si esa muerte se encuentra dentro de este brote, en principio pensamos que sí», dijo este jueves Iván Insúa, director de Epidemiología de la provincia de Buenos Aires.
El brote causó unos 400 casos concentrados en la zona central de Berazategui, en la periferia sur de la capital argentina, donde habitan unas 170.000 personas.
Un comité de crisis resolvió la suspensión preventiva de clases en unas 65 escuelas del distrito y lanzó campañas de desinfección y prevención para tratar alimentos y agua.
«Por la concentración de casos en la zona central (del distrito) la primera hipótesis es que la fuente de contagio es el agua«, dijo el funcionario al canal TN.
La sospecha es que la red de agua potable resultó contaminada con aguas servidas por la rotura de un caño.
En los dos principales hospitales de la zona se atendieron cientos de casos en los últimos días con síntomas de vómitos, diarrea, dolor abdominal agudo y fiebre, la mayoría en niños de corta edad, aunque no se proporcionaron datos sobre internaciones.
«Las enfermedades respiratorias y la diarrea son las principales causas de muerte infantil», recordó el especialista.