Los pobladores de Santa Cruz Michapa resienten la pasividad del puesto policial de esa localidad, hasta el punto que desconfían en denunciar y prefieren aguantarse el yugo que la Mara Salvatrucha (MS-13) y la pandilla 18 Sureños les han impuesto desde hace varios años.
Y quienes no quieren sufrir las consecuencias, tienen que abandonar sus viviendas. No vale la pena denunciar, dijo el padre de una joven asesinada a principios de este año en ese municipio.
En Santa Cruz Michapa las pandillas están en una constante guerra de posiciones. Tal es así que parte del cantón Delicias cambió hace meses de dominio. Varias familias fueron obligadas a abandonar sus viviendas.
En ese municipio ambos grupos criminales han cometido atroces crímenes
Uno de esos fue perpetrado el 11 de julio de 2014 contra el menor David Ernesto, de solo 10 años, a quien desmembraron y luego enterraron. Aparentemente, el niño fue asesinado por vivir en un lugar controlado por la Mara Salvatrucha 13 y estudiar en una escuela que funciona en territorio de la Pandilla 18.
El terror sembrado por las pandillas a fuerza de asesinatos es tal, que una parte de los pobladores del cantón El Centro prefieren caminar 20 minutos por veredas para llegar hasta la zona urbana del municipio, controlada totalmente por la pandilla 18.
Lo hacen así desde hace dos meses, cuando un hombre fue ultimado tras regresar a su casa con sus dos hijos a quienes había ido a traer a la escuela que está en territorio Mara Salvatrucha 13.
La víctima no tenía ninguna relación con la pandilla 18; su único pecado fue vivir en territorio donde hay presencia de esta última pandilla.
Desde entonces, las personas que viven en la mitad del cantón El Centro, controlada por la 18 Sureños, ya no usan la calle, recién pavimentada, para ir a la zona urbana, pues para ello tenían que caminar por la parte de El Centro, controlada por la otra pandilla.
Según relatan vecinos, prefieren caminar por veredas durante 20 minutos, aproximadamente, para ir a tomar el bus o cualquier transporte.
Por su parte, los mototaxistas y pick ups que transportaban personas también dejaron de entran a El Centro. En septiembre de 2015 asesinaron en ese cantón a un motorista de la ruta 93.
Pero al temor a las pandillas también hay que agregarle la desconfianza hacia la corporación policial.
Esto porque, según pobladores del cantón Las Delicias, de El Centro y de Michapita, presumen que los grupos de pandillas que operan en ese municipio tienen entre sus filas a hijos de agentes policiales que trabajan, a la vez, como investigadores.