Una riña entre pareja dejó a la señora Martha Brenes con una herida profunda en su frente, estos después que su esposo identificado como José Ignacio Maradiaga Umaña la agrediera brutalmente. El desalmado hombre en varias ocasiones trató de huir de la vivienda; pero siempre regresaba para evitar que la lesionada lo denunciara.
Vecinos y familiares aseguraron que el maltrato por parte de este hombre es el pan de cada día para esta mujer, ya sea ebrio o sobrio, es como un pasatiempo estarle pegando con lo primero que encuentra; pero el problema principal radica en que la misma mujer no va a las autoridades por las amenazas del tipo de quitarle la vida si lo hace.
Al ser interrogado el agresor, dijo que él no había herido a nadie, que su pareja se había caído sola, incluso el al tratar de ayudarla se hirió una de sus manos, en la cual andaba un herida que a leguas se notaba que había sido provocada con un elemento corto punzante, aparentemente cuando la señora quiso defenderse.
La mujer toda ensangrentada y nerviosa, tuvo la oportunidad de denunciar públicamente ante los medios de comunicación la situación por la que pasa día con día; pero una vez mas prefirió callar. Solo volteaba la cabeza y veía a su verdugo sentado en el sofá de la casa y ya la pobre mujer quedaba sin poder pronunciar un palabra, solo se soltaba a llorar.
Agentes de la Policía Nacional llegaron y a la fuerza sacaron al sin vergüenza hombre de la casa en calidad de detenido al distrito VI. A pesar de esto la lesionada dejó claro que no iría a denunciar el caso y ni siquiera se curaría la herida en un hospital.
Casos como este son vividos por muchas mujeres en el país; pero gran parte de la responsabilidad son de ellas, ya que teniendo la oportunidad de denunciar se quedan calladas por temor a represalias y amenazas en su contra. Después los resultados son los fatales cuando son encontradas sin vida y aún se preguntan porque los casos de femicidio se siguen dando.