Una delegación egipcia llegó este jueves a Roma para presentar un informe sobre la muerte del estudiante italiano Giulio Regeni, fallecido tras ser brutalmente torturado en Egipto, un caso que ha tensado las relaciones bilaterales.
Dos magistrados egipcios, entre ellos el vicefiscal Mostafa Soleiman, y tres oficiales de la policía de ese país, fueron recibidos por varias horas en la sede de la Escuela Superior de la Policía, en la capital italiana.
A la reunión asistió el fiscal de Roma, Giuseppe Pignatone, el sustituto Sergio Colaiocco y altos rangos de la policía.
Por ahora no se conoce el contenido de la reunión, que proseguirá el viernes.
Secuestrado el 25 de enero en El Cairo, Giulio Regeni, de 28 años, fue hallado muerto 10 días después en una zanja con el cuerpo desfigurado por las brutales torturas.
«Lo reconocí por la punta de la nariz, el resto ya no era él», contó la madre Paola en un testimonio ante el parlamento italiano.
Desde entonces, Italia exige que sean identificados y castigados los autores y ha rechazado varias versiones o «montajes» sobre su muerte, entre ellos un accidente de tráfico, un crimen sexual o un ajuste de cuentas personal, lo que ha indignado a Italia.
Regeni, doctorando de la Universidad británica de Cambridge, realizaba una tesis sobre los sindicatos obreros egipcios y su desaparición y muerte generó protestas de la comunidad universitaria internacional, firmada por más de 5.000 profesores e investigadores de todo el mundo.
La tensión entre Italia y Egipto es manifiesta y el jefe de gobierno Matteo Renzi ha sido muy claro y franco al exigir la verdad al presidente egipcio Abdel Fattah al Sisi.
No a verdades acomodadas
«Nos detendremos sólo ante la verdad (…) A Italia no le satisface una verdad acomodada» advirtió Renzi tras las diferentes versiones dadas o más bien «montadas» por las autoridades egipcias.
La última versión propuesta por las autoridades egipcias el pasado 25 de marzo sostiene que Regeni fue víctima de una banda de criminales comunes, que se hacía pasar por policías y estaba especializada en robar a extranjeros, una versión que no convenció a las autoridades italianas.
La prensa italiana así como círculos diplomáticos occidentales en Egipto acusan a miembros de los servicios de inteligencia o aparatos policiales de haber secuestrado, torturado y asesinado a Giulio Regeni.
Si los informes de los investigadores egipcios no son satisfactorios, el ministro de Relaciones Exteriores Gentiloni amenazó con tomar «medidas inmediatas y proporcionadas».
«No recuerdo haber escuchado declaraciones de Gentiloni con ese tono», comentó Mattia Toaldo, experto del Consejo Europeo de Relaciones Exteriores (ECFR), interrogado por la AFP.
Varias versiones lanzadas esta semana por anónimos en correos electrónicos enviados al diario italiano La Repubblica acusan a un general de la policía secreta.
Según organizaciones de defensa de los derechos humanos cerca de 1.800 personas desaparecieron en 2015 en Egipto y 533 desde agosto pasado.
Afectadas las relaciones económicas
Italia es el primer socio comercial de Egipto y el caso del joven investigador está afectando las relaciones económicas entre los países así como la imagen de Egipto en la península y Europa.
El gigante energético italiano Eni descubrió un importante yacimiento de gas en Egipto, clave para la independencia energética de ese país, y tiene proyectos de inversiones gigantes, los cuales fueron en parte sellados durante la visita el año pasado de Renzi a ese país, la primera de un líder occidental con Sisi en el poder.
Como retaliación por el caso de Giulio, Italia podría retirar a su embajador, incluir a Egipto entre los países desaconsejados para el turismo e involucrar a sus socios europeos.
Esta semana los vuelos a Egipto de la empresa italiana Meridiana disminuyeron de 44 a 3.