Una adolescente estadounidense murió la semana pasada en Texas después de que el airbag marca Takata de su automóvil Honda explotara al sufrir un accidente leve, según han informado este miércoles las autoridades del país y las compañías de automoción implicadas.
Con la muerte de Huma Hanif, de 17 años, el número de fallecidos debido a los airbags defectuosos de Takata ya asciende a 11 en todo el mundo (diez en Estados Unidos y uno en Malasia).
El airbag del Honda Civic 2002 de Hanif explotó después de que la chica colisionara con otro vehículo el pasado 31 de marzo en una autopista de las afueras de la ciudad tejana de Houston.
Como consecuencia de la explosión, una pieza de metal salió disparada del airbag y mató a la joven, que según informó la Oficina del Sheriff del condado de Fort Bend, podría haber salido «por su propio pie» del accidente, ya que se trató de una colisión leve.
La compañía japonesa Takata ha fabricado los airbags defectuosos que se instalaron en unos 24 millones de vehículos de 14 marcas distintas, entre ellas Honda, Toyota y Nissan.
Aunque los fabricantes de esos vehículos han realizado sucesivas y masivas llamadas a revisión para cambiar de forma gratuita esos dispositivos, sólo algo más del 25% de los propietarios lo ha hecho.
Honda ha asegurado este miércoles que desde 2011 habían contactado en varias ocasiones con el propietario del vehículo accidentado en Texas -un familiar de Hanif-, pero que este nunca reemplazó el airbag defectuoso.
Después del accidente, la Administración Nacional para la Seguridad en la Carretera (NHTSA) de EE.UU. y Honda han instado de nuevo a todos los usuarios a que revisen los vehículos afectados.