El señor Gustavo Lacayo de 30 años andaba ebrio y en su intento de seguir bebiendo más licor se aventuró a ir a cortar unos limones a un palo de una casa que está abandonada en la colonia Villa San Jacinto, Distrito VI de Managua.
El hombre pretendía ganarse 20 córdobas, los suficientes para comprar la siguiente «pachita» (botella) de guaro pero la inestabilidad que le provocó el licor lo hizo caer de una altura aproximada de 2 metros, provocándose una herida en la cabeza.
El sujeto fue atendido por técnicos de Cruz Roja Nicaragüense y llevado al hospital Manolo Morales para una mayor revisión.