Extremistas emprendieron una ola de atentados suicidas el lunes en Irak y mataron a por lo menos 29 personas e hirieron a decenas, informaron las autoridades. El ataque más letal ocurrió en la provincia de Dhi Qar cuando un atacante suicida se inmoló dentro de un restaurante al que acuden a menudo combatientes chiíes, dejando 14 muertos.
Al menos 27 personas resultaron heridas en el ataque contra el famoso restaurante, en la principal autopista que conecta Bagdad con las provincias del sur.
Dhi Qar se encuentra unas 200 millas (230 kilómetros) al sureste de Bagdad.
Casi al mismo tiempo, un atacante en un coche bomba detonó sus explosivos en una zona comercial en la ciudad petrolera de Basora, matando al menos a cinco personas e hiriendo a 10, informó un policía.
Restos humanos y escombros cayeron sobre el pavimento y una densa nube de humo se elevaba en la zona. El ataque también dañó 30 vehículos.
Basora se localiza a unos 550 km (340 millas) al sureste de Bagdad.
Horas antes un atacante embistió su automóvil contra un puesto de control de seguridad en Sadr al-Qanat, un suburbio al noreste de Bagdad, matando a seis personas e hiriendo a otras 13.
Otro suicida en su vehículo atacó las oficinas de tropas paramilitares en el pueblo de Mishahda, 30 km (20 millas) al norte de Bagdad, matando a cuatro soldados e hiriendo a 10.
Fuentes médicas confirmaron las cifras de víctimas. Todos hablaron bajo condición de anonimato, ya que no estaban autorizados a informar a la prensa.
El grupo extremista Estado Islámico capturó una buena parte del norte y oeste de Irak a mediados de 2014 y estableció una especie de califato imponiendo una dura versión de la ley islámica en áreas bajo su control en este país y también en Siria.
Según la ONU, al menos 1.119 iraquíes murieron y 1.561 resultaron heridos en marzo, un fuerte aumento comparado con el mes pasado, cuando fallecieron 670 y 1.290 fueron heridos.