Al menos 60 personas murieron y millares más se han visto afectadas por las lluvias torrenciales que desde hace dos días azotan Afganistán y Pakistán, informaron fuentes oficiales.
La mayoría de las muertes, 36, se produjeron en la provincia paquistaní de Khyber Pakhtunkhwa (noroeste) en derrumbes de tejados, corrimientos de tierra y riadas, que también causaron heridas a 27 personas, dijo el portavoz de la Autoridad de Gestión de Desastres regional, Latif ur Rehman.
Una decena de esos decesos ocurrieron en el distrito de Shangla, uno de los más afectados, donde diversas carreteras quedaron intransitables debido a los deslizamientos y las riadas destruyeron varias centrales hidroeléctricas.
¨Todavía llueve fuertemente en estas áreas, especialmente en el distrito de Shangla, por lo que se esperan más riadas», apuntó Rehman sobre la situación en esta región fronteriza con Afganistán.
El director general de la Autoridad de Gestión de Desastres en la vecina provincia de Gilgit Baltistan, Syed Abdul Waheed, indicó por su parte que diversos derrumbes de tejados acabaron con la vida de once personas en esta región del norte paquistaní.
¨El jefe del Gobierno (de Gilgit) ha declarado el estado de emergencia y ha ordenado responder al desastre con la mayor eficiencia posible», destacó.
Las fuertes precipitaciones destruyeron y dañaros decenas de viviendas en la provincia, dejaron sin electricidad varias zonas y obligaron a evacuar más de medio centenar de casas.
Al otro lado de la frontera, las autoridades afganas confirmaron la muerte de 13 personas y la evacuación de millares de afectados en al menos 12 de las 34 provincias del país, incluida la capital, Kabul.
No obstante, el portavoz del Ministerio de Gestión de Desastres Omar Mohammadi advirtió de que este es sólo el balance inicial y de que podría variar en las próximas horas, ya que las autoridades todavía no han realizado un recuento oficial de víctimas ni daños.
La sureña provincia de Uruzgan registró seis fallecimientos por riadas, mientras que los restantes decesos se produjeron en la vecina Daikondi y la suroriental Paktika, según la fuente.
Afirmó que centenares de viviendas quedaron destruidas y cientos de hectáreas de terreno agrícola fueron arrasadas en los últimos dos días en Afganistán.
Las lluvias dejan cada año importantes daños personales y materiales en los países del sur de Asia, especialmente durante el periodo del monzón entre junio y septiembre.